Autorizaciones para plantar viñedo ¿compensa solicitarlas?

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

El plazo para tramitar estas concesiones, que cada vez conmenor demanda, se abrió el pasado 15 de enero

28 ene 2020 . Actualizado a las 19:37 h.

Para poder realizar una plantación de viñedo es necesario estar en posesión de lo que hoy en día se conocen como autorizaciones de plantación, lo que antiguamente se llamaban derechos. Cada año, el Gobierno central realiza una convocatoria para que los interesados puedan acceder a este reparto y recibir, de forma gratuita, alguna de estas concesiones que le autorizan a ampliar su viñedo o plantar uno nuevo. Sin embargo, cada vez son menos los viticultores que se acogen a esta medida, «porque non lles compensa», explica Samuel Lago, de Unións Agrarias.

Y es que estas autorizaciones tienen tres peros: muy pocos agricultores cumplen los requisitos de prioridad, obligan a esperar un año para plantar y, además, los nuevos viñedos no pueden acogerse a ayudas de reestructuración. Aún así, el plazo para solicitarlos se abrió el pasado día 15.

A pesar de los numerosos anuncios realizados en su día de que se iban a cambiar las bases para ajustarlas más a las características de Galicia, una zona donde predomina el minifundio, «os requisitos son os mesmos cos do ano pasado», añade Lago. Es decir, ser joven agricultor profesional y tener una explotación media de entre 5.000 metros y 2,6 hectáreas. Eso implica que «se tes menos de 5.000 metros cadrados está descartado que os pidas», añaden en Unións Agrarias. Porque si uno no cumple con alguno de los criterios de prioridad es muy difícil que se los vayan a conceder. La misma opinión comparten en la Asociación Agraria de Galicia (Asaga). «Cada vez hai menos xente que os pide», explica Julio Reboredo.

Otro problema es que las solicitudes se resuelven en el mes de agosto o septiembre, dependiendo del año. Eso obliga a los agricultores a esperar un año más para realizar las nuevas plantaciones, siempre y cuando, claro está, se los concedan. Porque puede suceder que decida esperar y que, al final, se quede sin las autorizaciones. «Hai xente que quere plantar xa e non lle compensa esperar», añade Reboredo. «Se vemos que o viticultor pode perder unha campaña aconsellamos que os consiga doutro xeito. Só aconsellamos esperar aos mozos ou aos que cumpren criterios de prioridade», cuenta Lago.

El tercer inconveniente es que estas autorizaciones no pueden beneficiarse de las ayudas para la reestructuración de viñedo. «Aos que demandan superficies grandes non lle compensa porque non son subvencionables», afirman en Asaga. «Hai xente que opta por conseguir os dereitos noutras comunidades, que non son moi caros, porque así se poden acoller ás subvencións para reestruturación. Os dereitos son moito máis baratos que plantar un viñedo novo», explica Lago.

Según sea el perfil

Todas estas circunstancias provocan que cada vez sean menos los viticultores que deciden solicitar estas concesiones. «Nós facemos sempre unha criba e en función do perfil que teña a persoa lle aconsellamos que os solicite ou no», dicen en Unións Agrarias. Aquellas personas que estén interesados deben saber que el plazo para tramitar toda la documentación necesaria remata el próximo 2 de marzo, según informan en la Consellería do Medio Rural.