Ascensores que no saben de barreras arquitectónicas

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

cedida

El hospital de Monforte modifica paneles de botones para que estén al alcance de usuarios de sillas de ruedas

21 ene 2020 . Actualizado a las 05:05 h.

Poco antes de su constitución en julio del pasado año, la asociación Un Paso Hacia el Futuro daba a conocer algunos de los puntos negros con que tropiezan en Monforte los usuarios de sillas de ruedas. Entre otros espacios públicos, el hospital comarcal aparecía en la lista de lugares con problemas de accesibilidad. «El ascensor no está adaptado y no llego a los botones», denunciaba entonces Teresa Díaz, presidenta de ese colectivo. Junto con su marido, José Daniel Outeiro, que también debe desplazarse en silla de ruedas, puso en marcha la asociación para conseguir «un Monforte más accesible». Esta semana ganaron la batalla de los ascensores del hospital. Pero la lucha continúa y tiene un nuevo frente: la entrada al Centro Cívico del Malecón.

Teresa Díaz echa mano del móvil y enseña sonriente las fotos que le hizo su marido en el ascensor del hospital comarcal de Monforte. Un simple cambio de ubicación de los botones les ha hecho la vida mucho más fácil. Ambos agradecen la receptividad de la dirección del centro sanitario, pero no bajan la guardia en su lucha contra las barreras. Ni siquiera el edificio del Centro Cívico, remodelado por completo recientemente, se libra de este tipo de obstáculos.

El Centro Cívico acoge las oficinas de los servicios sociales del Ayuntamiento y fue también escenario de la presentación en sociedad de Un Paso Hacia el Futuro, en octubre del pasado año. La entrada al edificio está provista de una rampa que facilita el acceso a los usuarios de sillas de rueda. Pero hay un detalle que condiciona su utilidad. «La puerta abre hacia la calle», se queja José Daniel Outeiro. Para ellos, esta circunstancia supone un serio contratiempo. «La barandilla no deja maniobrar y si te echas hacia atrás para abrirla estás en la rampa. Lo más cómodo es esperar a que pase alguien y te abra la puerta», explica el portavoz de la asociación.

Este colectivo valora los avances que se produjeron en los últimos años en Monforte en materia de supresión de barreras, aunque considera que el interés de las administraciones por esta problemática tiene un carácter demasiado «intermitente». En respuesta a un compromiso adquirido con la Confederación Galega de Persoas con Discapacidade (Cogami), el Ayuntamiento encargó a comienzos del pasado año un plan de accesibilidad de espacios y edificios públicos. José Daniel Outeiro cree que será un paso muy importante «cuando salga del cajón».