Fomento deniega el permiso para completar el acceso al puerto seco

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / AGENCIA

LEMOS

Obras del primer tramo del enlace con la N-120, que ya se encuentra operativo
Obras del primer tramo del enlace con la N-120, que ya se encuentra operativo Carlos Rueda

Exige a la Xunta que costee la supresión del paso a nivel de una pista del regadío

07 nov 2019 . Actualizado a las 19:07 h.

Apenas falta un kilómetro para completar el enlace del puerto seco con la N-120. Pero los trámites previos a la realización de las obras se eternizan. Primero fueron los problemas para adaptar el trazado a su conexión con la futura autovía A-76, entre Ponferrada y Ourense. Ahora, el proyecto encalla por culpa del paso por el que atraviesa la vía del ferrocarril un camino próximo. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) se niega a autorizar las obras sin que se elimine ese paso a nivel y entiende que debe ser la Xunta de Galicia la que asuma su supresión.

La Consellería de Infraestruturas e Mobilidade protagonizó un largo tira y afloja con Fomento para adaptar la última fase del enlace del puerto seco con la N-120 al trazado de una autovía cuyo horizonte parece todavía lejano. Superado ese escollo, el ministerio plantea nuevas objeciones en este caso por mediación del ADIF. Según advierte, el proyecto presentado por la consellería «no cumple con los condicionamientos establecidos para obtener la oportuna autorización por parte de esta entidad».

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias envió a comienzos del 2018 un escrito al director de la Axencia Galega de Infraestruturas para recordarle que el proyecto del enlace del puerto seco debe adaptarse a la normativa ministerial sobre pasos a nivel. Tras una revisión posterior, este organismo observa que no se tuvieron en consideración las objeciones que planteó en su momento.

ADIF sostiene que el proyecto del enlace con la N-120 «debe incluir una solución para eliminar el paso a nivel existente en el kilómetro 358/348», situado a algo más de cien metros de distancia del vial entre la N-120 y el puerto seco. Esta supresión debería llevarse a cabo, según detalla, «bien mediante la conexión con caminos de enlace al nuevo vial proyectado, o mediante la ampliación del tablero del viaducto que permita el paso de peatones y de los vehículos del camino existente».

Compete a la confederación

Entre sus objeciones, la consellería precisa que el paso a nivel motivo de controversia «refírese ao camiño do canal alto do regadío Val de Lemos, cuxo titular é a Confederación Hidrográfica Miño-Sil pertencente ao Ministerio para la Transición Ecológica». «O camiño ten como funcionalidade dar servizo ao canal, polo que a súa eliminación suporía a perda desta funcionalidade, e enténdese que en calquera caso tería que ter a conformidade da Confederación Hidrográfica Miño-Sil», dice el escrito de alegaciones presentado por este departamento de la Xunta.

La consellería discrepa de la interpretación que se hace de la orden ministerial sobre supresión de pasos a nivel y considera que debe ser la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, en su calidad de titular del camino, la que asuma su supresión si es que hay que llevarla a la práctica.

El proyecto tendría que ser revisado y el presupuesto se incrementaría en 400.000 euros

El tramo más extenso del enlace del puerto seco de Monforte con la N-120 ya está operativo. Discurre entre los terrenos en los que se ubica la plataforma logística, todavía sin ninguna empresa, y la antigua factoría de Repsol-Butano. La última fase debería conectar la rotonda que se acondicionó allí con el tramo de la carretera nacional que discurre a la altura del edificio de Expolemos, donde tuvo su sede la extinta fundación comarcal.

Entre esa rotonda y la N-120 hay apenas un kilómetro de distancia, pero la presencia de la vía el tren y del regadío complican el proyecto desde el punto de vista técnico. Los presupuestos de la Xunta contemplan en los últimos años una partida de 750.000 euros destinada a la segunda fase del enlace del puerto seco que todavía no pudo ejecutarse.

Las alegaciones de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade cargan las tintas en el incremento de costes que supone la supresión del paso a nivel que reclama ADIF. De acuerdo con sus estimaciones, la modificación del proyecto obligaría a presupuestar más de 400.000 euros por encima del gasto que estaba previsto.

La consellería plantea sortear la vía del tren mediante un viaducto de 47 metros de longitud al que el ADIF no planteó objeción alguna. La supresión del paso a nivel obligaría a ampliar la plataforma del viaducto y a realizar una variante para dar salida al camino del canal.