«Se pechan os coutos de caza, os agricultores tamén pecharán»

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

Cazadores de Taboada advierten que si los multan, abandonan

01 nov 2019 . Actualizado a las 16:53 h.

Los socios del coto de caza Caxigueiras, de Taboada, tienen decidido cerrarlo si alguna vez una sentencia judicial los condena a pagar compensaciones económicas por destrozos provocados por jabalíes. La decisión no es de ahora, pero cobra actualidad a raíz de la decisión de un ganadero de este municipio de denunciar a los cotos por los daños que provocan los jabalíes en sus cultivos de forraje.

El ganadero es Rubén Ferreiro, que tiene en el municipio de Taboada fincas sembradas con plantas forrajeras en terrenos situados dentro de los ámbitos de actuación de los cotos Vilameñe y Caxigueiras. Francisco Diéguez es el presidente de la sociedad de cazadores que gestiona el segundo de estos cotos y, como no quiere entrar en polémicas personales, se niega a contestar directamente a las críticas que lanza a la gestión de las especies cinegéticas el ganadero afectado por estos últimos ataques. Lo que sí hace es asegurar que en este coto entienden perfectamente las dimensiones del problema que supone la superpoblación de jabalíes y que hacen todo lo que está en su mano para controlarla. «Cumprimos estrictamente -asegura- co cupo de porcos bravos que nos dan cada ano para cazar».

Un cupo de ochenta

El coto Caxigueiras tiene asignado un cupo anual de alrededor de ochenta jabalíes, pero además sus socios también llevan a cabo batidas extraordinarias autorizadas después de que se produzcan daños en terrenos agrícolas. Mediante este tipo de batidas, dan caza todos los años a entre treinta y cuarenta ejemplares más. Los cazadores de Caxigueiras llevan a cabo también esperas nocturnas cuando los agricultores afectados los avisan de episodios como los de estos días. «Facemos -insiste Francisco Diéguez- todo o que nos permite a lei».

La asamblea de socios del coto Caxigueiras tomó hace aproximadamente tres años la decisión de echar el cierre a la sociedad si algún día llega una sentencia judicial que les condene como responsables de destrozos provocados por jabalíes. Francisco Diéguez asegura que ninguno de ellos quiere tener que llegar a esos extremos, pero avisa de si algún día se viesen obligados a hacerlo, las consecuencias serian muy graves. «Se pecha os coto de caza, a maioría dos agricultores tamén terán que pechar», advierte. Se refiere a lo que pasaría con el crecimiento continuo de la población de jabalíes en caso de que se acaben las baticas de caza.

Francisco Diéguez ha participado en los últimos días en diferentes reuniones entre organizaciones agrarias y las entidades que agrupan a los aficionados a la cazada, convocadas precisamente para abordar este problema. De estos encuentros, él saca la conclusión de que en realidad todos están del mismo lado. «Os danos hainos que pagar, pero ten que ser a administración quen os pague, nin os cazadores, nin os agricultores», afirma. En cualquier caso, el presidente de este coto de Taboada insiste en dejar claro que son conscientes del problema que tienen los agricultores y ganaderos y que ellos seguirán haciendo batidas. «Que a xente estea tranquila -explica-, que mentres nos deixen nós seguiremos facendo todo o que está nas nosas mans».