La empresa Santorini lleva tres años usando solo este producto, facilitado por una granja de Pantón
03 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Desde hace tres años, la empresa monfortina Santorini apuesta por la leche ecológica de producción local para elaborar sus helados. Toda su materia prima procede de la granja Casa da Fonte -en el municipio de Pantón-, que también produce yogures. «Además de las consideraciones ambientales, esta leche le da un sabor muy característico a los helados», explica Carmen Castro Rodríguez, responsable de la firma, que es la fábrica artesanal de helados más veterana que se mantiene activa en el sur lucense. Ha estado funcionando en Monforte de forma continuada desde 1991, aunque su historia se remonta a una década antes.
La empresa elabora helados de yogur utilizando como base los que se producen en Casa da Fonte, pero esta variedad solo es una de las cerca de cuarenta que prepara en su obrador. La aportación más reciente es el helado de algodón de azúcar, que empezó a distribuirse la semana pasada. Entre los sabores que más llaman la atención últimamente está el de castaña, que se sirve, entre otros lugares, en el parador de Santo Estevo de Ribas de Sil. «Pero en cuestión de demanda, el rey sin duda siempre ha sido el helado de chocolate, y también son muy populares los que se elaboran a base de galletas Oreo», dice la propietaria.
Todas las recetas -añade- son creaciones propias y se basan la larga experiencia familiar en el sector. La empresa fue fundada en Madrid en 1981 por Juan Castro, padre de Carmen, que se jubiló hace un lustro. Una década después se trasladó a Monforte, donde estaban las raíces familiares de sus responsables. La firma contó durante años con una heladería en la calle Cardenal, pero actualmente se dedica exclusivamente a elaborar helados para distribuirlos en tiendas y restaurantes pertenecientes a otras empresas. Sus productos pueden encontrase en diferentes localidades gallegas.
Todos los helados de Santorini son fabricados personalmente por Carmen Castro. «Desde que se jubiló mi padre estoy sola en el obrador, aunque tengo a una persona para ocuparse de la distribución», explica. Con el verano llega la mayor época de actividad de la empresa. Durante el resto del año, la producción se reduce y la distribución de centra casi por completo en los restaurantes. «En España aún no tenemos la costumbre de consumir helados en invierno, que es algo muy común en otros países curiosamente más fríos», dice la dueña de la empresa.