La recogida de basura a examen: ¿deben volver o no los contenedores?

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Queda algo más de un año para una decisión en la que pesará el sentir de los vecinos

11 jun 2019 . Actualizado a las 07:57 h.

En septiembre del próximo año finalizará el contrato de limpieza suscrito por el anterior gobierno municipal con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). No solo habrá que decidir si se prorroga la concesión con esta empresa o, por el contrario, se convoca un nuevo concurso. También será el momento de valorar la continuidad del sistema de recogida de basura que se aplica desde entonces en el casco urbano de Monforte.

Los contenedores desaparecieron de las calles en las que se implantó este nuevo modelo. La retirada de las bolsas de residuos orgánicos se lleva a cabo en cubos que se reparten a última hora de la tarde y se retiran antes de la medianoche. Tomé, reacio a este sistema en su etapa en la oposición, parece haber flexibilizado su postura. El alcalde tendrá, en todo caso, mayoría absoluta para tomar una decisión en este nuevo mandato.

FCC tiene muchos boletos para optar a una prórroga en la adjudicación. Desde que se hizo cargo del servicio de limpieza, el Ayuntamiento pasó página a los continuos conflictos que salpicaron la concesión con la anterior empresa. El actual contrato puede ser ampliado por otras diez años, pero Tomé se muestra partidario de una prórroga fraccionada. Sobre el modelo de recogida, de momento no se pronuncia. «Haberá que ver a opinión dos veciños», dice.

Lo que no concreta es cómo se medirá esa opinión. La mejora de la estética de las calles más céntricas con el denominado cubeo parece estar fuera de discusión. Las quejas suelen dirigirse a la «incomodidad» de tener que retener la basura hasta que se reparten los cubos, un problema que afecta especialmente a los negocios de hostelería. A nivel particular, suele olvidarse que tampoco con los contenedores se podía depositar la basura a cualquier hora. En teoría solo estaba permitido a partir de las ocho de la tarde, aunque la práctica fuese otra.

A nivel político, las pegas apuntan a los elevados costes que se derivan del sistema de reparto de cubos. Al gobierno municipal le corresponde evaluar hasta qué punto ese gasto es también una inversión para la capital de la Ribeira Sacra.

Un punto de reciclaje para ciertos plásticos

Cables, cedés, juguetes... Hay muchos materiales de plástico cuya ubicación no está clara en los contenedores destinados al reciclaje. Al menos, asoman muchas dudas al pulsar la opinión de la calle en los relativo al funcionamiento de la limpieza. En teoría, el contenedor amarillo podría ser una solución. Pero la tapa deja claro que su uso está reservado a envases ligeros de plástico, bricks y latas. Juguetes, cepillos de dientes o cables deben ir, según indica, a los contenedores verdes. Es algo que desconcierta a los usuarios más concienciados con la conservación del medio ambiente. «Xoguetes e cables teñen compoñentes cun alto poder contaminante», apunta un vecino. La solución más razonable sería, a su juicio, la creación de isletas ecológicas específicas para ese tipo de residuos. «Podería instalarse un gran punto de reciclaxe no fondo do estacionamento do Parque dos Condes. Á xente gústalle reciclar, pero tamén a comodidade», apunta.

«Onde non hai contedores, o pobo parece outro»

Los contenedores de basura se mantienen en la parroquia de Piñeira, en la periferia del casco urbano de Monforte. Algunos vecinos de otras zonas hacen uso de ellos por no esperar a que se repartan los cubos en sus calles, pero fuera de esta circunstancia Fernando Fernández se muestra satisfecho del servicio de recogida de basura. «A limpeza, con carácter xeral, mellorou», dice el pedáneo de Piñeira. «Desde que se aplicou o cubeo, Monforte é un sitio diferente», afirma.

«La limpieza varía mucho de una zona a otra»

Para Ángel Rodríguez, la metáfora de las dos velocidades ilustra el funcionamiento del servicio de limpieza en Monforte. «Varía mucho de una zona a otra», sostiene este ferroviario. La mejora, a su juicio, se circunscribe a las calles más céntricas. «No la veo tanto en los barrios. En As Cruces, por ejemplo, pasan dos veces por semana a recoger los contenedores», señala. En las zonas en las que se aplica el cubeo, objeta, «no tienes donde dejar la basura si un día tienes que marchar de viaje».

«El contenedor no es lo ideal, aunque es más cómodo»

«El cubeo es el mejor sistema, aunque no es el más cómodo», dice Roberto Muñoz, presidente de la asociación de vecinos de la Estación. Desde su punto de vista, la limpieza mejoró en estos últimos años en Monforte. «Otra cosa es que haya quienes dejen la basura en cualquier sitio por no esperar a la hora en que ponen los cubos», matiza. El reparto de estos recipientes a las ocho de la tarde, apunta el portavoz vecinal, «puede ser un problema para la gente de más edad en los meses de invierno».

«A min o sistema do cubeo paréceme unha marabilla»

«A min o sistema do cubeo paréceme unha marabilla», dice Manuel Valcárcel. Entre otras cosas, apunta el fotógrafo monfortino, porque erradicó «a presenza de desperdicios e os cheiros insoportables» que con los contenedores estaban a la orden del día en las calles más céntricas. Monforte, según su opinión, «está máis limpo que antes», lo que no implica que haya que caer en el conformismo. «Hai que castigar a falta de civismo, pero tamén hai que dar facilidades e máis información», subraya.

«Non hai sitio para ter o lixo ata que poñen os cubos»

Miguel Ángel Camino, hostelero en la Compañía, carga las tintas en el problema que plantea para su actividad la supresión de los contenedores. «Sobre todo no verán, cando hai moita carga de traballo, non temos espazo físico para almacenar o lixo», explica. Sobre la limpieza viaria, cree que ha mejorado. Los problemas según su criterio, se deben muchas veces no al funcionamiento del servicio sino a la falta de civismo. «Hai quen recolle os excrementos do can nunha bolsa e logo a deixa tirada», señala.