La poda de árboles, una lección exitosa de educación ambiental

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

El colegio A Gándara fomenta el conocimiento de los bosques

29 may 2019 . Actualizado a las 20:20 h.

Para conocer y apreciar los árboles y los bosques -uno de los objetivos de las actividades que se desarrollan en el colegio monfortino A Gándara dentro del programa Voz Natura- lo mejor es empezar por el entorno más inmediato. Así lo creen los responsables del centro educativo, donde los alumnos han participado directamente en la labor de poda de los frutales que crecen en el recinto escolar.

Esta actividad no es nueva en el colegio, según explica la profesora Gloria Cortiñas, que coordina las actividades incluidas en este programa de educación ambiental. «Ya lo hicimos otras veces y es algo que siempre tiene mucho éxito entre los alumnos», dice. De dirigir esta tarea se encarga la madre de un alumno, que trabaja profesionalmente en este terreno. «Los niños prestan mucha atención a las explicaciones, aprenden a distinguir cuáles son las yemas de madera y cuáles las de fruto, se fijan bien en los sitios en los que hay que hacer los cortes y se preocupan por hacer el trabajo lo mejor posible», dice Cortiñas. La experiencia se realizó por primera vez hace varios años y en vista de la buena respuesta que tuvo, se decidió repetirla en los siguientes cursos, siempre dentro del programa Voz Natura.

Salidas al bosque

Las iniciativas de este curso también han comprendido excursiones para conocer mejor los árboles en su medio natural. Una de ellas se realizó en el vivero forestal de Os Trollos -en el vecino municipio de Bóveda- y otra en la sierra de O Courel, aprovechando la proximidad geográfica entre Monforte y este territorio, considerado como una de las áreas naturales más importantes de Galicia. En estas visitas, los alumnos de A Gándara recogieron hojas de numerosas especies arbóreas que, una vez secas, se utilizaron para organizar una exposición didáctica y elaborar un libro-herbario. Los niños identificaron las hojas de las diferentes especies con fichas en las que figuran las denominaciones de los árboles en castellano y gallego, además de sus respectivos nombres científicos. En las salidas al exterior, los alumnos también han tenido ocasión de aprender a identificar las plantas tóxicas que crecen en su entorno, como la hiedra y la Digitalis purpurea, bien conocida por sus flores acampanadas.

Por otro lado, durante el presente curso los alumnos han seguido cultivando un huerto escolar que fue creado hace años y que siempre forma parte de las actividades de Voz Natura. Con las plantas aromáticas que crecen en este terreno aprendieron a fabricar un ambientador que se utiliza para absorber los olores en las aulas, sobre todo cuando terminan las clases de educación física. Para fertilizar el huerto escolar, por otra parte, se emplean abonos líquidos elaborados mediante la técnica denominada bokashi -de origen japonés-, utilizando como base las pieles de las fruta que se consumen en el comedor del colegio y durante los recreos.

Aunque el curso no ha terminado en el colegio de A Gándara ya tienen planes para las actividades que se pretenden llevar a cabo el durante el próximo año escolar dentro del programa Voz Natura. Uno de ellos consiste en construir una estación meteorológica en la que los alumnos podrán aprender a realizar un seguimiento del tiempo con métodos científicos. También se prevé realizar más salidas al exterior. «Pero la próxima vez iremos al valle de Quiroga, donde la influencia del clima mediterráneo es más patente que en la sierra de O Courel», indica Gloria Cortiñas. La vegetación y el paisaje de este territorio servirá para entender mejor las diferencias entre las dos áreas bioclimáticas que se entrecruzan en la zona sur de la provincia.

Los alumnos visitaron la sierra de O Courel

y el vivero forestal de Bóveda