El carbono 14 revelará el origen de la viticultura heroica en la Ribeira Sacra

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Terrazas vitícolas en la ribera de Val dos Frades, en Vilachá de Salvadur. Los investigadores del proyecto «Adegas da Memoria» intentarán determinar la antigüedad de los bancales de esta área de la margen derecha del Sil, cuyos orígenes históricos se desconocen
Terrazas vitícolas en la ribera de Val dos Frades, en Vilachá de Salvadur. Los investigadores del proyecto «Adegas da Memoria» intentarán determinar la antigüedad de los bancales de esta área de la margen derecha del Sil, cuyos orígenes históricos se desconocen CARLOS RUEDA

La datación por radiometría se usará para determinar la antigüedad de las tradicionales terrazas vitícolas

10 abr 2019 . Actualizado a las 20:02 h.

Aunque la tradición popular atribuye a los romanos el origen de la viticultura en la Ribeira Sacra, hasta ahora no se conocen datos concretos que permitan saber en qué momento histórico empezaron a construirse los típicos bancales o terrazas vitícolas que caracterizan el paisaje de este territorio. Eso es lo que se intentará hacer dentro del proyecto «Adegas da Memoria», promovido por la asociación vecinal de la parroquia de Vilachá de Salvadur, el Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y el Instituto de Ciencias del Patrimonio. Especialistas de esta última entidad, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, utilizarán técnicas como la datación por carbono 14 y los análisis estratigráficos para averiguar la antigüedad de las terrazas de Vilachá y de otras áreas de la Ribeira Sacra.

La edafóloga Cruz Ferro, integrante del equipo que realizará la investigación, señala que en otras partes de Galicia ya se consiguió datar varias antiguas terrazas agrícolas, aunque ninguna de ellas era de uso vitivinícola. «Esas investigaciones se hicieron en Santiago, en la Cidade da Cultura y la zona de Santa Lucía, y también en los municipios de Lalín y Ponte Caldelas», explica. «Esos sistemas de terrazas se dataron en la alta Edad Media, entre los siglos VI y X, por lo que manejamos la hipótesis de que en la Ribeira Sacra también pudieron empezar a construirse los bancales en ese período histórico, pero para asegurarlo hay que esperar a tener los resultados de los estudios que se van a realizar», añade.

Diferentes técnicas

La investigación que se llevará a cabo en Vilachá comprenderá por una parte estudios estratigráficos y geoquímicos del subsuelo que tendrán por objetivo identificar y diferenciar las distintas capas que forman el terreno de los bancales. Por otro lado, se recogerán muestras orgánicas -de origen vegetal y animal- que serán datadas mediante el conocido método del carbono 14 con el fin de determinar en qué época fueron depositadas las diferentes capas de tierra.

Cruz Ferro señala por otro lado que en Vilachá también se intentará obtener biomarcadores de vegetación -muestras de antiguos pólenes y semillas-, a fin de precisar qué plantas se cultivaron en otros tiempos en los antiguos bancales de las márgenes del Sil. «Las terrazas pueden haber sido utilizadas no solo para plantar viñas, sino también otras especies, como por ejemplo árboles frutales y olivos», apunta a este respecto la investigadora. «Los bancales pueden haber pasado además por períodos de abandono en los que creció la vegetación silvestre, como ocurre hoy en muchos lugares, y eso es algo que también se intentará descubrir», agrega.

En las terrazas agrícolas que fueron datadas en Santiago, Lalín y Ponte Caldelas -indica por otra parte Cruz Ferro- no se realizó este tipo de investigación y por lo tanto no es posible saber qué especies vegetales se plantaron en ellas. «Se sabe que no se usaron para la viticultura, pero no se llegó a conocer qué plantas se cultivaron en esos terrenos, porque los estudios se limitaron a determinar su antigüedad y no se efectuaron muestreos de marcadores biológicos, como se va a hacer en Vilachá», señala.

La edafóloga dice por otro lado que el equipo de investigadores del que forma parte confía en que estos estudios permitan obtener datos fiables acerca de los orígenes de la viticultura en la Ribeira Sacra. «Hay unas buenas perspectivas, porque las técnicas que se van a utilizar en esta investigación ya fueron experimentadas en otros lugares y dieron un resultado satisfactorio», comenta.

La investigación empezará en la ribera de Val dos Frades

Los primeros estudios que está previsto realizar con respecto a la datación de las terrazas vitícolas de Vilachá se llevarán a cabo en el lugar de Os Conventos, en una parte de la ribera del Sil conocida como Val dos Frades. En este paraje se conservan los restos de un conjunto de antiguas construcciones -de origen incierto- donde los arqueólogos del proyecto «Adegas da Memoria» realizarán excavaciones el mes próximo.

Por debajo de estas construcciones -cuya función se desconoce- existen antiguos bancales que supuestamente se utilizaron para cultivar viñas. «Aprovecharemos las excavaciones que hagan los arqueólogos para recoger muestras del terreno», indica Cruz Ferro. No obstante, los investigadores del Instituto de Ciencias del Patrimonio piensan que también sería conveniente realizar estos muestreos en otros seis o siete puntos de la parroquia de Vilachá y de otras áreas de la Ribeira Sacra. «O problema é que os fondos con que contamos para este proxecto son moi limitados e haberá que seleccionar con moito coidado os lugares nos que se fará a recollida de mostras», señala por su parte Felipe Criado, director de la mencionada institución.

Arqueología del paisaje

Criado apunta por otro lado que el instituto que dirige cuenta ya con una amplia experiencia en la llamada arqueología del paisaje agrícola. Paula Ballesteros, una investigadora de este centro, dedicó su tesis doctoral a estas investigaciones, en la que se consiguió determinar las antigüedad de terrazas agrícolas por primera vez en Galicia. Esta científica también forma parte del equipo que llevará a cabo los estudios de los bancales vitícolas de Vilachá de Salvadur.