El PXOM de Monforte: ni plazos, ni dinero, ni demasiadas ganas

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Este mandato municipal termina sin avances sobre el nuevo plan de urbanismo

08 mar 2019 . Actualizado a las 17:36 h.

Han pasado seis años desde el último intento del Ayuntamiento por aprobar un plan de ordenación urbana que sustituya a las normas vigentes actualmente, que son de 1985. El actual gobierno municipal tenía intención de aprovechar este mandato para, al menos, empezar a trabajar el asunto, pero el caso es que las elecciones están ya a la vuelta de la esquina y del plan nada se sabe. En estos momentos, no hay ninguna previsión de plazos, ni financiamiento para redactarlo. Y los actuales responsables municipales saben que cuando toque ponerse a trabajar en él todo estará muy limitado por las restricciones que impone el plan hidrológico nacional.

«O plan hidrolóxico vai ter unha incidencia enorme». El alcalde José Tomé ya había lanzado una advertencia similar al principio de este mandato, cuando anunció que trataría de obtener fondos de la Xunta o de la Diputación para contratar la redacción del nuevo Plan Xeral de ordenación Municipal (PXOM). Ahora vuelve a insistir en esta idea. Tomé admite que el próximo mandato es preciso retomar este proyecto, porque Monforte precisa un planeamiento actualizado más allá de las normas de 1985 para diseñar su futuro urbano. Pero avisa que todo era más fácil antes del plan hidrológico, que en su versión actual entró en vigor en el 2016.

El casco urbano de Monforte está cruzado por el río Cabe y por tres arroyos más que confluyen en él. El plan hidrológico prohíbe edificar en todas las zonas próximas susceptibles de sufrir inundaciones por crecidas, que son mucho más amplias de lo que se suele pensar. «A propia estación de tren está nunha área inundable», advierte el alcalde a modo de ejemplo.

No es posible en estos momentos precisar cuándo retomará el Ayuntamiento la complicada labor de redactar el PXOM, entre otras cosas porque eso va a depender del resultado de las elecciones municipales de mayo. Si la decisión es finalmente cosa del actual alcalde, el proyecto se retomará en el mandato que empieza en junio y terminará en el 2023. Por difícil que resulte.

Aplazada unas semanas la entrega del documento del plan especial para el casco antiguo

El Ayuntamiento de Monforte entregará en fechas próximas en la Xunta el documento del plan especial para el casco antiguo. El alcalde José Tomé tenía concertada una reunión con los responsables de Urbanismo de la administración gallega para hacer oficial la entrega de este proyecto, una vez que el mes pasado la junta de gobierno local le dio el visto bueno a su aprobación provisional, pero el encuentro fue suspendido en el último momento.

La reunión iba a celebrarse en Santiago el pasado día 28, pero al alcalde le fue diagnosticada una neumonía el 27 y fue hospitalizado, así que no quedó más remedio que aplazarla. Cuando el alcalde tenga el alta médica, algo que parece inminente, tratará de ponerle fecha a una nueva reunión.

En cualquier caso, una vez que tenga el documento en su poder la Xunta dispone de dos meses para revisarlo y darle su aprobación. Salvo si los técnicos de la Dirección Xeral de Urbanismo reclaman al Ayuntamiento documentación suplementaria, que en ese caso ese plazo se quedaría sin efecto, ese es el tiempo en el que el Ayuntamiento espera tener una respuesta.

El plan especial de urbanismo para el casco antiguo de Monforte fue aprobado inicialmente por el Ayuntamiento hace aproximadamente un año. Tras la aprobación provisional del mes pasado, cuando la Xunta lo devuelva solo faltará que el Ayuntamiento introduzca los cambios puntuales que sean de aplicación y que lo presente a pleno para que la corporación local le dé la aprobación definitiva para que entre en vigor.

Modificaciones que estarán en vigor más allá del año 2021

El plan hidrológico actualmente en vigor será revisado en los próximos años, con el objetivo de aprobar uno nuevo que esté en vigor durante seis años a partir del 2021. Podría parecer que al Ayuntamiento de Monforte le interesa esperar y tratar de influir para suavizar las restricciones, bien reduciendo el tamaño de las zonas consideradas inundables o mediante cualquier otro mecanismo que abra la puerta a la actividad urbanística en las cercanías del Cabe o de sus demás arroyos. En todo caso, nada hace pensar que el siguiente plan hidrológico vaya a ser menos restrictivo que el actual. Un ejemplo de lo mucho que condiciona lo tuvieron los vecinos del paseo de la Compañía que reclamaban cambios en el plan especial del casco antiguo. Resultó imposible, porque buena parte de esa calle es técnicamente inundable.