Feijoo propone un Plan Ribeira Sacra para coordinar las inversiones públicas

La Voz

LEMOS

Alberto Núñez Feijoo durante la presentación oficial en Pantón de la declaración de la Ribeira Sacra como BIC
Alberto Núñez Feijoo durante la presentación oficial en Pantón de la declaración de la Ribeira Sacra como BIC ROI FERNÁNDEZ

El presidente de la Xunta hizo el anuncio durante la presentación en Pantón de la declaración de BIC

28 dic 2018 . Actualizado a las 21:42 h.

La declaración de bien de interés cultural (BIC) para el conjunto de la Ribeira Sacra es un paso fundamental en el camino hacia el reconocimiento de este territorio como patrimonio de la humanidad. Lo recordó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, durante un acto institucional organizado en Pantón con el objetivo de presentar en sociedad la declaración de BIC aprobada la víspera por el Gobierno gallego. Para la convocatoria de ayer, a la que acudieron decenas de representantes institucionales, Feijoo se había reservado una novedad, la pretensión de la Xunta de poner en marcha un Plan Ribeira Sacra que coordine todas las inversiones que hagan en este territorio las administraciones públicas.

Feijoo aclaró que el plan empezaría a funcionar durante el 2019, pero no desveló nada más. Será, dijo, «unha ferramenta que sumando esforzos multiplique resultados» en el camino hacia el objetivo de que la Unesco declare la Ribeira Sacra patrimonio de la humanidad. Para más adelante quedan concreciones como si el plan servirá para añadir inversiones suplementarias a las que ya se iban a realizar sin necesidad de coordinación, o los mecanismos que las administraciones participantes aplicarán para ponerse de acuerdo.

Instituciones y sociedad

El acto de ayer en Pantón se celebró en uno de los salones del balneario de Augas Santas, repleto con alrededor de un centenar de representantes institucionales y sociales. Por la Xunta no solo estaba Feijoo, sino también los conselleiros de Cultura, Román Rodríguez, cuyo departamento se ocupó de sacar adelante en solo un año el expediente de declaración de BIC; y el de Industria, el monfortino Francisco Conde. También enviaron representantes los veintidós ayuntamientos de las dos orillas de la Ribeira Sacra y las dos diputaciones, la de Ourense con su presidente José Manuel Baltar y la de Lugo con el responsable de Turismo, Eduardo Vidal.

En el balneario estaban también representantes de la sociedad civil, como el presidente de la asociación de casas de turismo rural de la Ribeira Sacra, Francisco Almuíña. O el del consejo regulador de la denominación de origen, José Manuel Rodríguez, representante de un sector cuyo visto bueno buscó la Xunta desde un primer momento para evitar que la declaración de BIC generase rechazo precisamente entre los viticultores a los que la Ribeira Sacra debe buena parte de su personalidad, empezando por sus característicos viñedos en bancales.

El apoyo de los viticultores

No se olvidó de mencionarlos indirectamente en su discurso el presidente de la Xunta, que recalcó que la declaración de BIC «non afecta á actividade agraria» y que la búsqueda de consenso ha sido básica en todo este proceso. Feijoo definió la candidatura de la Ribeira Sacra a patrimonio de la humanidad como un objetivo de país que «pode darlle moito a esta terra: máis actividade, máis dinamismo, máis turismo e máis valor engadido aos produtos locais, dun xeito especial aos caldos desta rexión vitivinícola». Y recordó que si la Unesco acaba diciendo que sí, esta será la primera región vinícola española que logra este reconocimiento internacional, que ya tienen otras zonas productoras como Burdeos ou Borgoña.

En el acto de ayer intervinieron también el presidente de la Diputación de Ourense, el diputado provincial de Turismo de la de Lugo, y los alcaldes de Pantón, José Luis Álvarez, y Sober, Luis Fernández Guitián, este últmo como presidente del consorcio de turismo de la Ribeira Sacra. También habló ante los presentes la escritora navarra Dolores Redondo, que ganó el premio Planeta en el 2016 con la novela Todo esto te daré, ambientada en la Ribeira Sacra y que fue presentada por los organizadores como una embajadora de esta zona.

La presentación, que empezó pasadas las once y media, terminó cerca de una hora después con la interpretación de una muiñeira por la gaiteira Susana Seivane.