El corredor Lugo-Monforte sigue siendo una trampa para los jabalíes

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

En lo que va de año, 41 de estos animales fueron atropellados en esta carretera

19 dic 2018 . Actualizado a las 21:44 h.

En ninguna otro trayecto por carretera de la provincia de Lugo es más probable sufrir un choque con un jabalí que entre Lugo y Monforte. Por eso la Consellería de Política Territorial lo eligió hace un par de años el corredor que une estas dos localidades para ensayar nuevos métodos con los que reducir el riesgo de atropellos, como doble vallado o placas reflectantes orientadas hacia el exterior de la calzada. Es difícil saber cuántas incursiones de jabalíes han evitado, pero lo que está claro es que no han acabado por completo con este problema, ni tampoco lo han reducido a cifras mínimas. En lo que va de año, se produjeron en esta vía de comunicación un total de 41 atropellos a estos animales.

Estas cifras, recogidas por la Consellería de Política Territorial, reflejan lo sucedido entre los meses de enero y noviembre de este año. Los números de esos once meses demuestran que los accidentes se producen en todo el recorrido de esta carretera, aunque las incursiones de estos animales son más frecuentes en el tramo que pasa por los municipios de Bóveda y Monforte. Ya lo era hace dos años y por eso los técnicos de la consellería concentraron sus esfuerzos en esa zona.

En concreto, las medidas especiales instaladas para ahuyentar los jabalíes y evitar que entren en la calzada o para facilitarles la salida una vez que se hayan metido se encuentran sobre todo entre los kilómetros 42 y 52. En estos diez kilómetros, que representan el 17% de la longitud total de esta carretera, se produjeron en los primeros once meses de este año un total de catorce atropellos, el 34% de todos los registrados en ese periodo.

El kilómetro más peligroso es el 52, situado cerca del límite municipal entre Bóveda y Monforte, con cinco atropellos registrados. En el 51 se produjeron dos y en el 53 otros dos, así que parece claro que este tramo concreto de carretera está en una zona de paso frecuente de animales silvestres.

De las estadísticas de la Xunta llama la atención también que el grueso de los accidentes se producen en el otoño y el invierno. La mayor intensidad coincide en buena medida con la temporada de caza de estos animales, que esta abierta habitualmente entre principios de septiembre y mediados de enero.

Por meses, octubre fue este año el de mayor siniestralidad, con siete accidentes de este tipo. A continuación van noviembre y enero, con seis cada uno.

Los corzos, ya no

Los atropellos de corzos, muy frecuentes también en las carreteras convencionales, se han vuelto muy escasos entre Monforte y Lugo tras el remate del corredor. La valla perimetral que sepera la calzada del terreno circundante en este tipo de vías, acaba habitualmente con las incursiones de corzos en la calzada.