Una aldea que se niega a desaparecer

carlos rueda / francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Una ruta de reciente creación discurre en torno a Cortes, un pueblo de O Courel con dos vecinos permanentes

16 dic 2018 . Actualizado a las 18:34 h.

Hace más de una década se realizó una restauración integral en Cortes, una aldea de O Courel que estuvo a punto de quedar sin vecinos. Hoy son dos los que residen en ella de forma permanente, sin contar los que regresan temporalmente en verano. En fechas recientes, el Ayuntamiento acondicionó en torno a esta localidad una ruta de senderismo que discurre por lugares de gran valor paisajístico.

Antes de iniciar el recorrido es aconsejable realizar una pausada visita a la localidad, que gracias al aislamiento -está a veinticuatro kilómetros de la capital municipal- conservó prácticamente intacta su arquitectura tradicional, que fue reforzada con la referida restauración. Una de sus peculiaridades es la estrechez de sus calles y el apiñamiento de las casas -como protección frente al frío y las fuertes nevadas-, así como los pasadizos aéreos que comunican varias viviendas entre sí. Llaman la atención sus balcones y sus corredores de madera, con originales diseños propios de esta zona de la sierra que se conservan en muy buen estado.

Camiño da Mouzoá

La ruta empieza en la parte alta del pueblo y discurre por el llamado Camiño da Mouzoá. Según recuerda el vecino Darío López, en tiempos era utilizado para acceder al souto situado por encima de la aldea. También servía para llevar los carros a las fincas en las que se sembraba el centeno. Los vecinos lo empleaban igualmente para acercarse al lugar de Val da Corba, donde se recogían la leña y los rastrojos para alfombrar las cuadras. Otra función de este camino era dar acceso a las alvarizas situadas en las inmediaciones de la aldea.

Los primeros doscientos metros del itinerario discurren por la parte alta del souto. Después el camino llanea por una zona de monte bajo hasta llegar a una bifurcación situada en el kilómetro 0,5 de la ruta. El ramal de la izquierda es el camino original y lleva hasta el Alto da Mouzoá -a unos cuatrocientos metros- para después continuar hasta Seceda. Este último tramo está pendiente de ser acondicionado.

La ruta continúa por eldesvío de la derecha e inicia un suave descenso, pasando al lado de la alvariza de la llamada Casa da Carroza. Esta construcción se encuentra hoy prácticamente cubierta por la maleza. A pocos metros nos encontramos con otra alvariza, de la Casa de Martín -actualmente propiedad de Dario López-, en buen estado de conservación y de grandes dimensiones. Más adelante, cerca de la carretera que lleva a Lousadela, están las alvarizas de Gallego, Casa de Ramos y Carreira. Todas ellas están actualmente ocultas entre la alta vegetación que cubre los terrenos. Luego el camino se convierte en sendero, atravesando un reducido bosque de ejemplares jóvenes de robles, y seguidamente inicia un acusado descenso a través de monte bajo para desembocar en la carretera que lleva a Lousadela y Seceda. Hasta aquí llevamos recorridos 1,3 kilómetros.

Para retornar a Cortes podemos hacerlo por el asfalto, a fin de que el recorrido sea circular. Para ello hay que torcer a la derecha y caminar por carretera a lo largo de unos 1.100 metros hasta el llegar a un lugar donde arranca a mano derecha uno de los accesos a la aldea, un antiguo camino que servía para ir de Cortes a Lousadela y Seceda. Unos cincuenta metros más adelante pasamos al lado de una fuente -dotada de un lavadero- cuyas aguas siempre fueron muy apreciadas por los vecinos de la localidad. Ya solo tenemos que caminar aproximadamente otros cincuenta metros para entrar de nuevo en Cortes y completar el recorrido.

DESDE FOLGOSO

Hay que salir de la capital municipal por la carretera LU-651 hacia Seoane y desviarse por la LU-1306 hacia Seceda y O Incio. También se puede acceder desde O Incio por la carretera que lleva a A Ferrería y Lousadela. Al cruzar el río Lóuzara, aparece una señal a la izquierda para Cortes, distante medio kilómetro