Varios colectivos organizaron en Monforte una concentración en favor de las personas con discapacidad
29 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las asociaciones Agora, Albores y Ruliños llevaron a cabo ayer una concentración en la plaza de España de Monforte para reclamar una modificación de las normas legales que facilite la accesibilidad de las viviendas a los discapacitados físicos. Las entidades convocantes señalan que la actual ley autonómica no garantiza la realización de obras de accesibilidad en los domicilios privados y piden que sea obligatorio realizar trabajos de adaptación en los inmuebles donde residen personas con movilidad reducida. Asimismo, solicitan ayudas económicas para que las comunidades vecinales puedan afrontar este tipo de actuaciones. Al acto se sumaron el alcalde José Tomé y el concejal de Servizos, José Luis Losada.
Pero el problema que denuncian las mencionadas asociaciones no solo afecta a las viviendas privadas, según apunta la sección gallega del Comité Español de Entidades Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), cuya directiva celebró una reunión en Sober el pasado martes. «A actual normativa legal autonómica obriga a garantir a accesibilidade das persoas discapacitadas en todas as vivendas de protección oficial e tamén en todos os espazos públicos, e iso é algo que segue sen cumprirse en moitos lugares», dice a este respecto el concejal soberino Eladio Fernández, miembro de la directiva gallega del Cermi. Como ejemplo, señala el caso de la casa consistorial de Sober. «Unha persoa que se move nunha cadeira de rodas aínda non pode entrar no salón de plenos, como fan o resto dos veciños», señala.
Reformas complicadas
La directiva del Cermi apunta por otro lado que en muchos casos resulta difícil realizar modificaciones en edificios públicos, ya que se trata de construcciones antiguas que no fueron diseñadas teniendo en cuenta los criterios de accesibilidad. «Tamén está o problema de que as reformas dalgúns destes edificios necesitan permiso da Dirección Xeral de Patrimonio porque teñen carácter histórico ou porque están en áreas de protección», dice Fernández. «Nestes casos consideramos que o debe primar é o dereito de acceso das persoas discapacitadas, por enriba dos criterios de carácter estético», añade.
Las licencias municipales
Por lo que toca a las nuevas edificaciones de titularidad pública el Cermi hace hincapié en la responsabilidad de los ayuntamientos para hacer que se cumplan las normas vigentes. «Aos concellos correspóndelles conceder as licenzas de obra e ao noso xuízo non o deberían facer sen antes asegurarse de que os proxectos garanten o acceso das persoas con problemas de mobilidade», agrega Fernández.
Eliminación de las barreras físicas, pero también de las informativas
Por lo que respecta a la accesibilidad a las viviendas privadas, las entidades agrupadas en el Cermi esperan que sea declarada obligatorio en las modificaciones que se prevé introducir en la actual legislación gallega. La directiva de la entidad tiene constancia de que ya existe un borrador de estas modificaciones, pero hasta ahora no han podido verlo. «Tamén nos gustaría que se axilizase o proceso de reforma da lei, que está pendente desde hai xa moito tempo», dice David Fernández.
Por otro lado, el Cermi pide que la normativa legal -un vez que sea reformada- no solo impulse la eliminación de las barreras físicas de dificultan el acceso, sino también la de lo que se conoce como barreras cognitivas o informativas, un problema que afecta a muchas personas con discapacidades psíquicas. «Trátase de que a gran maioría dos edificios e servizos públicos non están preparados para orientar e informar a unha persoa discapacitada que necesita facer unha xestión ou solicitar calquera cousa», apunta a este respecto Eladio Fernández. «En moitos casos estas persoas teñen unha capacidade de lectura e de comprensión moi reducida e algunhas delas nin puideron aprender a ler debido á súa discapacidade, polo que non poden localizar as oficinas e os servizos aos que deben recorrer», agrega. Con el fin de paliar estos problemas, el Cermi pide que se utilicen letreros y señales especialmente adaptados para facilitar al máximo la comprensión.