«A veces es difícil que las personas con dolencias graves vayan al psiquiatra»

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Carmen Armas hablará el miércoles en Monforte sobre el tratamiento de los trastornos mentales dentro del ciclo Charlas Saludables

25 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Carmen Armas Barbazán, psiquiatra de la unidad de salud mental del hospital de Monforte, dará el miércoles en la Casa de Cultura -a las 20.00 horas- una conferencia sobre «El trastorno mental severo desde una perspectiva comunitaria». El acto, abierto al público en general, forma parte del ciclo Charlas Saludables, organizado por La Voz en colaboración con la Estrutura Organizativa de Xestión Integrada de Lugo.

-¿En qué consiste la perspectiva comunitaria a la que alude el título de su conferencia?

?En la atención a los problemas de salud mental de la población en el ámbito comunitario, potenciando los recursos asistenciales a nivel ambulatorio y los equipos móviles de atención a domicilio. En el área sanitaria de Monforte hay un equipo de continuidad de cuidados, adscrito a la unidad de salud mental, que ofrece servicios especializados a domicilio para personas contrastorno mental grave y que requieren una elevada intensidad de supervisión. Este equipo está formado por una enfermera especialista en salud mental y una auxiliar de enfermería, que trabajan de forma coordinada con las dos psiquiatras de la unidad. Realizan un seguimiento intensivo de los pacientes para ayudarles a mantenerse en adecuadas condiciones en su propia vivienda o en su entorno familiar y social. No solo visitan a los pacientes en domicilio, sino que también los pueden acompañar a su médico de cabecera, ayudarles a realizar algún trámite o coordinarse con los servicios sociales del Ayuntamiento si es necesario.

-¿Qué pacientes se pueden beneficiar de este servicio?

?Las personas con enfermedad mental grave y duradera con dificultades de integración en recursos sociocomunitarios y necesidades de soporte social y familiar, que necesitan una atención flexible y cercana en su domicilio a fin de prevenir situaciones de abandono y marginación.

-Hace poco tiempo se dieron a conocer unas estadísticas según las cuales el 20% de la población del área sanitaria de Monforte sufre algún tipo de dolencia mental.

-Así es, existe una creciente demanda de consultas de salud mental en la población. Además del aumento de los trastornos mentales, la demanda terapéutica ha cambiado mucho en los últimos años. Cada vez es más frecuente atender en la consulta situaciones de la vida cotidiana que antes no se consideraban patológicas, como problemas de pareja, conflictos laborales, fracaso escolar... Hay una mayor tendencia a patologizar las insatisfacciones personales, lo que refleja una mayor intolerancia al sufrimiento por parte de la población, y se extiende la creencia de que la gente no puede enfrentar los avatares de la vida sin una asistencia personalizada.

-¿Es alta la prevalencia de personas con trastorno grave atendidas en las unidades de salud mental comunitarias?

-La mayor parte de la población con trastorno grave de curso crónico es atendida en las unidades de salud mental. El fenómeno de psiquiatrización y psicologización de la vida cotidiana contribuye a que aumenten las consultas de pacientes sin trastorno mental diagnosticable. Si nos centramos en cubrir este tipo de demanda, inevitablemente aumentarán las listas de espera y la elevada presión asistencial de las unidades de salud mental puede hacer que, en algunos casos, se vea condicionada la atención a los pacientes más graves.

-¿Es difícil conseguir que los pacientes acudan al psiquiatra?

-A veces lo más difícil es conseguir que el paciente con enfermedad mental grave llegue a los servicios sanitarios. La dolencia no solo es un obstáculo para encontrar trabajo, a los propios afectados les cuesta mucho pedir ayuda profesional por el miedo a los prejuicios y la escasa información. No pasa lo mismo con los trastornos más comunes y visibles, como ansiedad o depresión, porque quienes los padecen no están tan discriminados. Los familiares los animan a ir al médico cuando es un trastorno leve, pero no tanto cuando es grave. Es difícil asumir que un hermano o un hijo pasa por un episodio así.

«Los estereotipos negativos siguen presentes y dificultan la integración social»

En su conferencia, Carmen Armas tiene previsto abordar los estereotipos negativos que se han asociado tradicionalmente a los problemas de salud mental.

-¿Siguen presentes los estigmas en torno a las dolencias mentales?

-Sí que siguen estando presentes y aumentan la dificultad de integración social, además de mermar las posibilidades de mejoría funcional y la calidad de vida de las personas que padecen este tipo de trastorno. Palabras como inestabilidad emocional, fragilidad psicológica, irresponsabilidad, violencia o peligrosidad son estereotipos habituales que se utilizan cuando una persona padece alguna dificultad o una alteración en su estado de salud mental. Estos estigmas son vistos como algo permanente y crónico, cuando la realidad es que la mayoría de las veces tienen un carácter episódico o puntual.

-¿En qué medida se asocian los problemas mentales a los casos de violencia?

-Muchas veces se considera que las personas con una enfermedad como la esquizofrenia son violentas, peligrosas o imprevisibles, pero está demostrado que la violencia no está asociada a la enfermedad mental, sino a ciertas personas, por lo que en este aspecto se iguala la población sana con las personas con una dolencia mental.

-¿Qué se puede hacer para combatir estos estereotipos?

-Para esto hay dos caminos, que son la información y la educación. Hay que explicar bien qué son estas enfermedades, cómo se tratan, y conseguir que los afectados por ellas no tengan miedo a reconocer que las padecen. Y por otro lado hay que generar una normalización cultural. La educación es fundamental para eliminar los prejuicios y cambiar la percepción de la salud mental que se tiene en la sociedad.