La ruina del pazo de Vilar sigue avanzando sin frenos

Francisco Albo
francisco albo CHANTADA / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El histórico edificio de Taboada tiene la cubierta cada vez más derrumbada, pero no hay ningún plan para rehabilitarlo

15 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cinco años, una información publicada en este diario señalaba el mal estado de conservación del pazo de Vilar, en la parroquia taboadesa de Esperante, cuya cubierta se estaba desplomando parcialmente. Durante este tiempo no se llevó a cabo ninguna intervención correctora y la situación ha empeorado. La techumbre del edificio está cada vez más dañada, pero por el momento no parece que esté prevista ninguna actuación para salvar de la ruina esta antigua construcción, aunque goza de la categoría de bien de interés cultural y figura entre los ejemplos más notables de arquitectura señorial rural del municipio.

El alcalde de Taboada, Ramiro Moure, señala que el Ayuntamiento -en cumplimiento de un acuerdo adoptado en el pleno- ya se dirigió por escrito a los propietarios del pazo hace varios años, señalándoles el mal estado en que se encontraba la construcción, que ya se consideraba alarmante por entonces. «Desde entón ata hoxe non recibimos ningunha resposta, aínda que os donos, que teñen o domicilio social en Betanzos, sempre pagaron regularmente o IBI da finca», explica. En estas condiciones -añade el regidor-, el gobierno local no tiene claro qué hacer. «No municipio non temos ningún outro caso como este, porque nas demais casas fortes que se conservan aquí a situación é totalmente diferente», apunta.

Por otro lado, el alcalde considera difícil que alguien llegue interesarse por comprar y rehabilitar el deteriorado edificio. «O pazo, ademais de estar en moi mal estado, encóntrase nunha zona de terreos en pendente que seguramente resulta poco aproveitable e atractiva para os posibles compradores», explica. «No Concello non temos previsto buscar axudas económicas para adquirir o pazo, por un lado porque restauralo é algo que requeriría un investimento moi importante, tendo en conta como está na actualidade, e tamén porque non vemos que uso se lle podería dar despois», agrega.

Otros casos

La situación del pazo de Vilar, dice asimismo Ramiro Moure, ofrece un fuerte contraste con el de los demás pazos del municipio, como el de los condes de Taboada, el de Perrelos, el de Moreda o el de Relás, entre otros. «En todos eses casos os propietarios preocupáronse por manter as construcións en bon estado e a súa conservación está garantida, polo que non hai ningún outro problema semellante a este», comenta el regidor. Estos otros edificios antiguos -indica por otro lado el regidor- «están situados en entornos máis favorables, en terreos chans e cunha paisaxe más atractiva», lo que tal vez ayudó a su conservación,

Los propietarios del pazo, señalan también los responsables municipales, no han residido en épocas recientes en el edificio, donde vivieron durante años unos caseros que se encargaban de cuidarlo. Después cayó en desuso y desde entonces ha estado deshabitado y sin ser objeto de ninguna obra de reparación. La propiedad no es visitable y el gobierno local desconoce en qué estado pueden encontrarse hoy el interior de la edificación, aunque el aspecto que ofrece el exterior permite suponer que también deja mucho que desear.

Una residencia señorial con raíces en la Edad Media

Los orígenes del actual edificio del pazo de Vilar se remontan al parecer al siglo XVI, pero hay indicios documentales de que en épocas anteriores -en el siglo XIII- ya había en el mismo lugar una casa fortificada. La propiedad del pazo estuvo relacionada en el pasado con las familias de los Taboada y los Lemos. Según otros datos históricos, durante el Antiguo Régimen la casa señorial también la cabecera del arciprestado de Vilar y de la jurisdicción civil de la parte sur del actual territorio del municipio de Taboada.

En la iglesia parroquial de Esperante, por otro lado, se conservan un testimonio de la influencia que tuvo el pazo de Vilar en otros tiempos. Las claves de la bóveda de su presbiterio están decoradas con pequeños escudos de armas que ostentan los símbolos de los antiguos dueños de la casa.

 

una arquitectura singular

El pazo de Vilar es un edificio construido con gruesos bloques de cantería que destaca por sus notables dimensiones. La construcción ofrece la singularidad de estar reforzada en sus muros exteriores con una serie de contrafuertes -como los que se ven en la fotografía de izquierda-, un elemento arquitectónico muy poco habitual en las casas señoriales gallegas. En otros tiempos el pazo fue conocido como casa torre de Vilar de Esperante, debido seguramente a su aspecto fortificado. En la época moderna, el pazo perteneció al marquesado de Figueroa. El Ayuntamiento de Taboada no mantiene ningún contacto con los actuales dueños aparte del cobro de los recibos del IBI, pero no hay constancia que la propiedad pasase a otras manos