«La gran gripe de 1918 se llevó en O Saviñao a 127 personas»

f. a. MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Cedida

Bugarín dará mañana en Escairón una conferencia sobre la histórica epidemia de hace un siglo

09 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Natural de Tui, el médico Rosendo Bugarín González se incorporó hace dos semanas a la plantilla del centro de salud de Monforte. Recientemente publicó un estudio histórico sobre el efecto de la gran epidemia de gripe de 1918 en su municipio natal. Mañana dará una conferencia en el Círculo Saviñao de Escairón -a las 20.00 horas- en la que hablará sobre esta pandemia de la que ahora se cumple un siglo y especialmente sobre el impacto que tuvo en Galicia y en este muncipio.

-¿La gripe de 1918 se notó mucho en O Saviñao?

-Tuvo unas consecuencias muy graves. Según los datos que obtuve en los archivos locales, en este municipio murieron en total 127 personas. Es casi el doble de bajas que en Tui, donde hubo 69 muertes. Hay que recordar que entonces O Saviñao tenía unos 12.000 vecinos, es decir, casi tantos como los de Lugo en la misma época. Hoy son solo una tercera parte de los que había hace un siglo. Según los cálculos que hice, probablemente enfermó en torno a un 20% de la población del municipio y la tasa de mortalidad entre los afectados pudo ser de un 6%. Entre los muertos que hubo entre 1917 y 1918, sobre todo en este último año, la gripo se llevó a cerca de un 1% de la población.

-¿La epidemia presentó alguna singularidad en este municipio?

-Un detalle que llama la atención es que la inmensa mayoría de los adultos fallecidos en O Saviñao eran labradores, con solo unas pocas excepciones, como el cabo comandante de la Guardia Civil y algunas amas de casa. En Tui la epidemia estuvo más repartida entre otras profesiones, como los militares o el clero, entre otros sectores. Seguramente es porque O Saviñao era entonces un municipio fundamentalmente rural y la de labrador era la ocupación más común.

-¿Hubo muchas diferencias en cuanto a edades entre los afectados?

-Sí, porque aquella epidemia afectó sobre todo a la gente joven, no solo aquí sino en todos los países por los que se propagó. Es un hecho muy singular, porque las epidemias de gripe atacan principalmente a la gente más mayor y a los niños muy pequeños, es decir, a los que tienen las defensas inmunológicas más débiles. Pero la gripe 1918 afectó sobre todo a la gente joven. La llamaron la gripe de los cuarteles, porque causó mucha mortalidad entre los soldados. En O Saviñao ocurrió más o menos lo mismo que en otras partes. El 30% de los fallecidos eran personas de entre 20 y 40 años de edad, y el 36% eran menores de 14 años.

-¿Se sabe por qué no afectó más a la gente mayor?

-No se ha encontrado una explicación satisfactoria, pero se cree que muchos de los mayores podrían haber quedado más o menos inmunizados en otras oleadas de gripe que hubo antes de aquella.

«La prensa local puede dar muchos datos»

Tras su trabajo sobre la epidemia de 1918 en Tui, que le llevó unos ocho años de labor, Bugarín investiga ahora otras partes de Galicia que están menos estudiadas, como es el caso del sur lucense.

-¿Ha estudiado también la incidencia de la gripe en otros municipios de la comarca?

-Estuve buscando documentación sobre Monforte, pero por ahora no encontré mucha. Espero poder hacerlo dentro de poco en colaboración con el investigador de la historia local Felipe Aira. Para estas investigaciones es muy útil encontrar noticias en la prensa de la época, además de las informaciones que se pueden extraer de los archivos municipales y el registro civil. En Tui había entonces un periódico local en el que conseguí muchos datos de interés. Estuve buscando en las hemerotecas, entre ellas la de La Voz, pero por ahora no encontré muchas cosas sobre la provincia de Lugo. En las colecciones de antiguos pequeños periódicos locales quizá se pueden hallar más informaciones.

-Hay muchos estudios sobre la epidemia en Galicia?

-Actualmente están apareciendo muchos trabajos debido a que se cumple el centenario de la epidemia, que por cierto fue especialmente fuerte en el otoño de 1918, sobre todo entre octubre y noviembre. Antes y después hubo otras oleadas que no fueron tan mortíferas. Uno de los mejores estudios se centra en Vigo, se titula E o outono tinguiuse de loito y fue publicado por Xoán Carlos Abad Gallego. Es una obra magna en este terreno. También se han realizado estudios de mucho interés en lugares como Santiago, A Coruña, Ourense, Betanzos o Pontedeume.