La iglesia de San Vicente do Pino está peor de lo que se pensaba

Francisco Albo
FRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Una inspección técnica revela el fuerte deterioro de la fachada sur del templo

08 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La fachada sur de la iglesia monfortina de San Vicente do Pino sufre un deterioro más acusado de lo que se pensaba, según se apreció en un examen efectuado el pasado jueves con vistas a las obras de restauración que está previsto iniciar en breve plazo. Aprovechando los andamios que se acaban de instalar para llevar a cabo estos trabajos, los muros exteriores de la construcción fueron inspeccionados por el arquitecto encargado del proyecto, técnicos de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural y el delegado de patrimonio histórico de la diócesis lucense, César Carnero. «O estado da fachada é preocupante e hai que ter moi en conta a súa situación actual para que as obras de restauración sexan efectivas», señala este último.

Según explica Carnero, en esta inspección se comprobó que la pizarra con la que se contruyeron los lienzos de muro sufre un estado de degradación y corrosión muy avanzado. «Hai moitos lugares nos que a pedra está literalmente a pulverizarse e a desfacerse», explica. El mal estado del muro -continúa- ya se observó hace años, cuando se restauraron los revestimientos de su parte interior, a la altura del crucero de la iglesia. «O que acabamos de ver é que no lado exterior a situación é aínda peor do que parecía», agrega.

La pizarra de los muros, apunta por otro lado Carnero, fue extraída del propio monte de San Vicente y es de una calidad muy baja, además de presentar un alto contenido en hierro. Dado que la fachada nunca fue enfoscada ni pintada desde su construcción -terminada hace cuatro siglos-, la piedra ha padecido un intenso proceso de erosión y oxidación. Carnero indica además que la estructura constructiva de la fachada ha favorecido las filtraciones de agua hacia el interior del templo. «O muro está dividido en varias seccións escalonadas e ten polo menos tres rebordes nos que se acumula a auga de chuvia para despois infiltrarse polos buratos e as fendas que hai entre as pedras», comenta.

El estado de conservación es más satisfactorio en lo que respecta a los sillares de granito con los que están construídos los contrafuertes de la fachada y las molduras de las puertas y ventanas. Este material ha resistido mucho mejor la erosión, pero Carnero puntualiza que entre las piedras de granito también se registran filtraciones de agua, ya que se ha perdido el mortero que rellenaba las junturas.

Análisis del mortero

Los responsables del proyecto de restauración están ahora esperando los resultados de los análisis que se han realizado con estos antiguos morteros, ya que su intención es reproducir lo más fielmente posible tipo de material para utilizarlo en las obras de rehabilitación. Carnero calcula que las obras podrán empezar dentro de unos veinte días, una vez que concluyan los estudios previos que se realizan ahora.