Un hallazgo trágico tras un mes de búsqueda sin resultado

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El cuerpo localizado en As Lamas podría ser el de «Misi»

06 sep 2018 . Actualizado a las 18:46 h.

Después de un mes y un día de incertidumbre, todo indica que el misterio sobre la desaparición de Carlos Yáñez Mondelo podría estar próximo a su desenlace. Un cazador que paseaba a sus perros por la zona de As Lamas localizó ayer un cadáver que, según los primeros indicios, podría corresponder a este vecino de Monforte, de 64 años y en paradero desconocido desde el pasado 3 de agosto. Nada se puede asegurar con certeza hasta que se realice la autopsia, pero algunos detalles apuntan a que el cuerpo sin vida que apareció cerca del aeródromo podría ser el de Misi, como se conocía popularmente a Carlos Yáñez.

El cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición, por lo que a simple vista resultaba imposible la identificarlo. Las vestimentas, sin embargo, podrían corresponder a Misi. En las zapatillas, según trascendió, estaban escritas las iniciales C. Y. M, que coinciden con el nombre y los apellidos del desaparecido. El cadáver, por lo demás, fue descubierto en una zona bastante próxima a la residencia de personas con discapacidad intelectual de la asociación Prodeme, en la que vivía desde hace seis años y a la que debería haber regresado el día de la desaparición.

El hallazgo se produjo en torno a las once de la mañana. De inmediato se desplazaron al lugar las patrullas de la policía nacional y local, que acordonaron la zona a la espera de que el juez decretase el levantamiento del cadáver. Lo autorizó en torno a las dos de la tarde, después de un primer examen por parte del médico forense.

El cuerpo fue trasladado posteriormente a Lugo para la realización de la autopsia que permitirá determinar su identidad. Hubo que solicitar un segundo coche fúnebre porque el primero que se desplazó al lugar sufrió una avería como consecuencia de una de los baches que salpican la pista de acceso.

No deja de ser llamativo que el cadáver apareciese en un terreno situado a unos cincuenta metros de la pista que conduce al aeródromo de As Lamas, que fue utilizado como base por los drones y los helicópteros que participaron en los operativos de búsqueda. Las unidades de la policía que rastrearon la zona con perros no debieron pasar demasiado lejos del lugar en el que estaba el cuerpo, un terreno de hierba alta donde crecen en algunos tramos tojales y zarzas.

Parcialmente oculto

El cadáver se encontraba parcialmente oculto por la maleza, cerca de la pista que conduce al campo de vuelo. Aunque será la autopsia la que lo determine con claridad, fuentes próximas a la investigación indicaron que tras una primera valoración resulta improbable que haya sido una muerte violenta.