La recreación histórica de la localidad quiroguesa de Margaride pone en valor los antiguos yacimientos auríferos
20 ago 2018 . Actualizado a las 11:55 h.La Ribeira Sacra cada vez es más conocida y valorada por su vasto patrimonio. Y ello pese a que parte de esa riqueza sigue sin ser aprovechada con vistas a un tipo de visitante que entraría en la categoría del turismo cultural. Es el caso de las minas de Margaride, unas explotaciones auríferas de la época romana que se conservan en esta localidad del municipio de Quiroga. La última Festa do Ouro de Margaride puso el foco en este yacimiento, que albergó por vez primera una de las actividades de la celebración. El profesor e investigador José Espinosa habló en este original escenario sobre la trayectoria y evolución de la olivicultura en el valle quirogués.
La mina en la que se desarrolló la charla está situada, junto a otras tres explotaciones de estas características, en la parte alta del pueblo. Salvo una, todas son accesibles. La que está cerrada, con un candado puesto en la puerta de entrada, sirvió en su día como bodega. Desde uno de los respiraderos pueden verse los viejos toneles de madera de castaño en su interior. Es un uso que se dio habitualmente a este tipo de yacimientos tanto en Margaride como en otros lugares de Quiroga donde quedan vestigios de la minería romana.
Contraste térmico
El motivo de este reciclaje es la frescura que se mantiene en el interior de las minas, que jugó una mala pasada a alguno de los asistentes a la charla sobre olivicultura. «Houbo quen se mareou ao entrar polo cambio de temperatura. Fóra facía un calor esaxerado», dice uno de los asistentes. La producción artesanal de aceite se ha convertido en un nuevo recurso en Quiroga y Ribas de Sil, municipios donde se conservan variedades autóctonas y los olivos más antiguos de Galicia. A los vinos de godello les llamaron en su día el nuevo oro del Sil. Quizás el aceite también lo sea en un futuro próximo.