«La venta del Van der Goes fue fraudulenta y no dio los beneficios que se esperaba»

La Voz

LEMOS

ROI FERNANDEZ

La escritora presenta hoy una novela inspirada en la historia del célebre cuadro conservado en Monforte y vendido en Alemania

11 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Margarita Rodríguez Otero presentará hoy en el Centro do Viño da Ribeira Sacra -a las 20.30 horas- su nueva novela, que se ha editado de forma simultánea en castellano y en gallego con los títulos de Una joya para el káiser y Unha xoia para o káiser, publicados respectivamente por la editorial sevillana El Sendero y la monfortina Agrasar. La obra se inspira en el revuelo que levantó a comienzos del siglo pasado la venta a un museo alemán del cuadro Adoración de los Reyes, de Hugo Van der Goes, hasta entonces guardado en el Colegio de la Compañía.

-¿Hasta qué punto se basa su libro en la realidad histórica?

-La novela discurre en dos épocas, la actual y el tiempo en el que fue vendido el Van der Goes. En la narración he mezclado personajes reales y ficticios. La historia que sucede en nuestra época es ficción y está protagonizada por un joven cuya familia procede de Monforte, donde regentó el hotel Palace. Este hotel existió realmente en la calle Cardenal y en su tiempo fue el mejor de la ciudad. El protagonista viaja a Monforte para conocer la tierra de sus mayores, donde nunca estuvo antes, y se ve involucrado en una red de tráfico ilegal de obras de arte. La parte de la narración que discurre en el pasado se ajusta estrictamente a los datos históricos. Investigué este asunto durante mucho tiempo y lo conozco bien. Este es un libro que tenía muchas ganas de escribir.

-¿Quiénes son los personajes reales de la novela?

-Aparecen las personas que estuvieron más implicadas en el hallazgo y la venta del cuadro, como Antonio Méndez Casal, el historiador y crítico de arte monfortino que identificó la obra; como Joaquín Arias Sanjurjo, un abogado y político de Santiago que vivió en la comarca de Lemos, o como o el que entonces era alcalde de Monforte.

-¿El cuadro perteneció realmente al cardenal Rodrígo de Castro?

-Está claro que sí e incluso aparece mencionado en el testamento del cardenal. Se llegó a decir que la pintura no había pertenecido a Rodrigo de Castro, porque al historiador Armando Cotarelo le pareció que no era así y después otros muchos repitieron esta opinión sin haber investigado por su cuenta. El cuadro no era propiedad del colegio de los Escolapios ni del duque de Alba, sino del patronato que administraba la herencia del cardenal, y su venta fue fraudulenta.

-¿Los beneficios que se obtuvieron con su venta fueron lo que se esperaba?

-No, porque hubo un acuerdo firmado entre el colegio de los Escolapios y el Ayuntamiento de Monforte para dedicar los beneficios a iniciativas útiles para el pueblo de Monforte, como crear una escuela de artes y oficios, mecanografía y taquigrafía, y eso nunca se llegó a cumplir. Hay que reconocer un beneficio, que fue el de permitir que rematase la construcción del claustro y de otras partes del Colegio de la Compañía. En aquella época también se habló de la posibilidad de que el colegio fuese declarado monumento nacional y que el Estado se encargase de arreglarlo, pero eso tampoco se hizo. Por otro lado, el escándalo que se levantó con la venta de la pintura dio muchísimo que hablar y llevó muy lejos el nombre de Monforte.

-¿Tiene en proyecto más libros relacionados con Monforte?

-Sí, desde hace tiempo estoy planeando un libro sobre la invasión francesa de Monforte en 1809. Empecé a escribirlo hace ya diez años, pero después lo fui dejando porque los sucesos de aquella época fueron terribles y me pareció que el libro me estaba saliendo muy triste. Pero ahora he decidido que lo voy a continuar, en cuanto reúna la documentación histórica que todavía me falta.