La dueña de un pastor belga denuncia a un criador por deshacerse de su perro

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La mujer teme que el animal haya sido sacrificado sin su permiso

05 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si es usted aficionado a los perros y tiene cuenta en Facebook es posible que se haya topado en los últimas meses con la foto de Aspas, una pastor belga de color pardo y cola cortada. Circula con diferentes textos, pero todos dicen más o menos lo mismo: que su dueña la busca y que alguien de Monforte la vendió sin su permiso. Esa es básicamente la historia, pero tiene algunos matices más. También desde el punto de vista legal, porque la propietaria tiene presentada una denuncia y agentes del Seprona han inspeccionado el criadero de Pantón vinculado al denunciado.

La mujer que busca a Aspas es Carmela Barros, una ferrolana a la que un compañero de trabajo le regaló esa perra a finales del 2017. Él se la había comprado a un criador que vive en Monforte y que tiene sus instalaciones en Pantón. Pero la perra se comportaba de forma problemática con los extraños, así que ella decidió devolvérsela al criador que la había vendido. Pero asegura que le puso una condición. «Le dije -asegura ella- que si no la quería, me la devolviese».

Tres meses después, Carmela Barros vio que la perra estaba a la venta en una página de Internet, así que se puso en contacto con el criador, pero ya no pudo recuperarla. Ella asegura que él le dijo que la había vendido, pero que no supo o no quiso decirle a quién. Ni nombre, ni teléfono, ni dirección. Solo que el comprador vive en algún pueblo entre Madrid y Toledo.

Así que Carmela Barros decidió sembrar Internet de fotos de la perra y presentar una denuncia. La Guardia Civil investiga lo sucedido a través de su Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y un juzgado de Ferrol tiene abiertas diligencias para tratar de esclarecer qué pasó.

Mientras espera noticias, a Carmela Barro le resuena en la cabeza una frase que le dijo el criador de Monforte cuando ella le preguntó por qué la había puesto a la venta en vez de devolvérsela: «Me dijo que tenía que irse a trabajar fuera y que las opciones que tenía con la perra eran venderla o pegarle un tiro». Ella teme que en realidad no la vendió, sino que la sacrificó.

Eso explicaría por qué en todos estos meses no ha sido capaz de encontrarla, ni ha dado con nadie que admitiese haberla visto. Se pasó días en Toledo preguntando y enseñando la foto de Aspas. Sin resultado.

La opción de que la perra esté muerta la asusta, pero ella cree que es muy posible. Al tratarse de una perra de comportamiento problemático no resulta fácil de vender, así que un vendedor sin escrúpulos podría tomar la decisión de verla como una carga y tomar la decisión de deshacerse de ella.

Redes sociales

El anuncio sobre la perra «Aspas» se puede ver en numerosas páginas de Facebook, tanto personales como de asociaciones de defensa de los animales o de aficionados a los perros. Por ejemplo, está publicado el 6 de junio en la cuenta de la protectora de animales de Lugo (@protectoralugo). Quien quiera obtener más información o dar alguna pista sobre el paradero de la perra puede buscar a la denunciante en Facebook cn su nombre completo: Carmela Barros Castro