Aqualia presenta recurso para evitar sanciones por cortes de larga duración

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

La empresa alega que cualquier modificación del contrato debe ser consensuada

31 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Aqualia se resiste a aceptar la modificación de las normas que regulan la gestión del servicio municipal de aguas que aprobó reicentemente el Ayuntamiento. Los cambios están pensados para facilitar la aplicación de sanciones económicas a la empresa, por ejemplo en caso de que se produzcan cortges de agua prolongados como el que dejó Monforte sin suministro durante tres días el pasado mes de noviembre.

Cuando pusieron en marcha un expediente administrativo contra Aquelia por aquella avería masiva y prolongada, los responsables municipales cayeron en la cuenta de que en el contrato no está especificada la cuantía de las multas aplicables en casos de infracciones graves en la prestación del servicio. El gobierno local llevó una propuesta para concretar este apartado al pleno municipal que se celebró el pasado mes de junio, que le dio su visto bueno.

La entrada en vigor de esa modificación del contrato está ahora en cuestión, porque Aqualia ha presentado un recurso. Los representantes de la empresa alegan que el Ayuntamiento no tiene capacidad legal para sacar adelante un cambio de estas características de forma unilateral, sin contar con lo que tenga que decir la empresa. La alcaldía informó a la corporación local en el pleno que se celebró ayer de la presentación de este recurso.

En el pleno celebrado el pasado mes de junio, la corporación aprobó también una modificación del contrato para subsanar otro defecto formal. El importe de las sanciones que sí figuran está todavía en pesetas y lleva tiempo sin actualizar con los correspondientes incrementos del anuales del IPC.

La peor avería

El 15 de noviembre del año pasado se produjo una avería que dejó sin agua a todo Monforte durante tres días. El corte empezó por la rotura del tramo de la tubería general que pasa por debajo de las vías del tren en el barrio de Rioseco. La situación se agravó doce horas después de la primera avería a causa de un segundo reventón, esta vez en la calle Doctor Casares. Aquello desbarató las previsiones de la empresa y el Ayuntamiento de devolver el servicio con rapidez. Fue la avería más grave en muchos años y llegó después de unos meses de reventones frecuentes en una red antigua y muy desgastada por falta de renovación y mantenimiento adecuados.