Ni se conservan los estatutos ni actas oficiales de las reuniones celebradas
30 jun 2018 . Actualizado a las 22:56 h.El Consello Económico e Social existe. ¿Quién lo pondría en duda después de casi veinte años de andadura? Solo el actual alcalde lo presidió al menos en tres ocasiones desde su toma de posesión, en junio del 2015. La última hace poco más de una semana, en respuesta a una solicitud del sindicato Comisiones Obreras. Pero puede que tanto antes como ahora hayan sido meras reuniones de amigos. Porque el CES, siglas de este foro asesor de la alcaldía, no pasa de ser una entelequia al menos con la normativa en la mano. Ni el Ayuntamiento conserva los estatutos ni constan las actas de las reuniones celebradas desde su teórica constitución hace ahora dieciocho años.
Así se lo hizo saber el alcalde a los integrantes del CES en la última reunión, en la que entre otras cuestiones se habló del conflicto con Prodeme. El responsable en la zona de Comisiones Obreras, Mario Docasar, del que partió la iniciativa de celebrar el encuentro, tenía previsto esta semana al consistorio la copia de los estatutos que conservaba en su casa. «Los estatutos tienen sello de entrada en el registro municipal del día 8 de mayo de 1996, aunque no fueron aprobados hasta el año 2000. A la primera reunión asistieron dos conselleiros, Cuíña y Manuela López Besteiro», detalla Docasar.
No existe constancia, en todo caso, de la preceptiva publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de los estatutos que resultaron aprobados por el pleno municipal en la época en la que era alcalde Nazario. «Ata de agora parece que foi un consello máis ben de andar por casa», dice el actual regidor, José Tomé.
Fue en su etapa de secretario general de UGT en la comarca de Lemos cuando se fraguó la constitución del CES de Monforte, tercero de Galicia a nivel municipal después de los que se crearon en Vigo y Vilagarcía. Desde entonces, sus acuerdos tuvieron tintes de oficialidad y se remitieron en su caso a los organismos pertinentes.
Ahora acude el secretario
Al poco de llegar a la alcaldía, Tomé pidió el expediente del CES para convocar a sus miembros a una primera reunión. Pero se encontró con que no existía nada por el estilo, por lo menos entre la documentación municipal. Era un integrante del consello el que actuaba como secretario cada vez que se daban cita los agentes socioeconómicos locales. Ni las actas estaban validadas por un funcionario municipal ni llegaron a formar parte del archivo del Ayuntamiento.
«Aínda que as haxa, carecen de validez. Só poden estar visadas por funcionarios municipais», explica el alcalde. Lo más que pudo hacer, de momento, es pedir al secretario que dé fe de las reuniones. Pese a ello, es más que probable que el CES tenga que empezar de cero.
El alcalde no descarta que la constitución del CES tenga que ir de nuevo a pleno
El Consello Económico e Social (CES) de Monforte quedó constituido en el año 2000. El entonces alcalde, Nazario Pin, no quería que la entrada de portavoces políticos diese pie a una corporación paralela. Los estatutos, inspirados en los de los foros de este tipo que ya funcionaban en Galicia, seguían esa misma pauta. El CES dio cabida a representantes empresariales, sindicales y de asociaciones de vecinos.
Aunque tiene como principal cometido asesorar a los gobiernos municipales, sus recomendaciones no son de carácter vinculante en la toma de decisiones. Hasta la fecha, el CES se pronunció para reclamar la dotación de infraestructuras (autovía A-76, puerto seco) y el mantenimiento de servicios. En abril del 2013 llegó a pedir la dimisión del entonces gerente del hospital comarcal, Benigno Pérez.
Falta una publicación oficial
¿Qué puede pasar a partir de ahora con el CES? «Haberá que tratar de arranxar o problema», contesta el alcalde. Los estatutos posiblemente tengan que ir de nuevo a pleno para que sean aprobados otra vez y puedan publicarse en el BOP. La puesta en marcha del CES se gestó con Tomé al frente de UGT, pero fue tras la designación de Mario Docasar como secretario comarcal cuando el pleno aprobó su constitución. En más de un debate, Docasar reclamó que los acuerdos adoptados en el seno del CES no fuesen papel mojado. Sus recelos resultaron premonitorios.