Tres bodegas de Ribeira Sacra frente a los críticos más influyentes del mundo

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

D. ROUJOU

Algueira, Ponte da Boga y Envínate fueron invitadas a una cata de Masters of Wine

19 jun 2018 . Actualizado a las 17:31 h.

Galicia pisa fuerte dentro de la España vitícola más innovadora. Y su principal referente está en Ribeira Sacra. Esta denominación de origen tuvo una presencia destacada en el simposio internacional que acaba de organizar en La Rioja el instituto Masters of Wine. Las bodegas Algueira. Ponte da Boga y Envínate fueron seleccionadas por la crítica británica Sarah Jane Evans para participar con algunos de sus vinos en una cata dedicada a zonas, variedades y elaboradores emergentes. El foro reunió en Logroño, entre los días 14 y 17 de junio, a más de cuatrocientos prescriptores procedentes de veinticinco países.

El Institute Masters of Wine es uno de los centros vinculados al vino más prestigiosos a nivel internacional. Nació en Londres en 1953 con el fin de promover la cualificación de los profesionales del sector, y en la actualidad forma y examina a aspirantes a esa titulación de todo el mundo. El simposio que celebra cada cuatro años recaló en España por vez primera. No fue una elección casual. El objetivo era poner en valor una creciente diversidad vitícola que todavía no es suficientemente conocida.

«Fue una verdadera locura en las dos horas que duró la cata. Hace poco estuvimos en Barcelona en La Música del Vi, que es un evento que también reúne a mucho público. Pero lo de Masters of Wine fue especialmente intenso», explica el enólogo Dominique Roujou, asesor de Ponte da Boga, que de esta bodega llevó al simposio el tinto Capricho de Merenzao.

Diversidad poco conocida

La cata a la que fueron invitados Dominique Roujou, Fernando González (Algueira) y Alfonso Torrente (Envínate) ilustró la charla sobre zonas emergentes y variedades autóctonas que impartió Sarah Jane Evans, poseedora del título de master of wine y presidenta del comité organizador del certamen. Desde su punto de vista, la diversidad «fascinante» del viñedo español contrasta con una imagen exterior de sus vinos todavía «limitada» a denominaciones y tipos de uvas muy concretas.

«Por nuestra mesa pasó gente de todo el mundo. Chinos, japoneses, neozelandeses, alemanes, australianos... Pienso que estamos viviendo un momento dulce. Podemos elaborar una gran diversidad de vinos y a nivel internacional hay interés por probar cosas nuevas. Ribeira Sacra suena, pero todavía no es suficientemente conocida», apunta Dominique Roujou.