Alerta por los incendios forestales en Pantón, Monforte y Chantada

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

MIRIAM SALGADO

Estos tres municipios sumaron más de mil hectáras quemadas el año pasado

02 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El distrito forestal de Monforte es el más complicado de toda la provincia de Lugo en materia de incendios forestales. Lo confirmó ayer la conselleira de Medio Rural durante una reunión de trabajo que se celebró en Pantón, el municipio de esta zona que más preocupa a los servicios de extinción, porque el año pasado se produjeron en su suelo un total de 65 incendios. Durante el encuentro de ayer, los representantes de la consellería advirtieron que una parroquia de Pantón, una de Monforte y otra de Chantada están a un paso de convertirse en zonas de alta actividad incendiaria, la clasificación oficial que no solo pondría sobre ellas el foco de los servicios de extinción, sino que endurecería los controles sobre la concesión de ayudas públicas para actividades agrarias y vetaría la práctica del pastoreo en zonas quemadas. En estos tres municipios ardieron más de mil hectáreas el año pasado.

A la reunión de ayer en Pantón, la consellería invitó a representantes de la Guardia Civil y la unidad de la Policía Nacional adscrita a la Xunta, las fuerzas de seguridad con competencias en investigación de incendios forestales. Y también a los ayuntamientos de Monforte, Chantada, Sober, O Saviñao y Carballedo, los más azotados por el fuego el año pasado de todos los que componen el distrito forestal de Monforte, que engolba las comarcas de Lemos, Chantada y Quiroga.

La conselleira admitió que nadie puede descartar que este o cualquier año se pueda producir una ola de incendios como la de octubre del 2017. «O obxectivo -dijo- é ter un verán normal e tranquilo, e igual unha fin de semana como a de mediados do pasado mes de outubro non se repite en dez anos, pero tamén é certo que pode volver pasar xa, só con que coincidan falta de humidade, altas temperaturas, ventos fortes e ganas de facer dano».

Los primeros datos que está reuniendo la consellería no son halagüeños. Ángeles Vázquez explicó que en estos prolegómenos de la temporada de máximo riesgo, en el conjunto de Galicia se produjeron en un solo mes 380 alertas de incendio. Y aunque ninguna se produjo en el distrito forestal de Monforte, las cifras de incendios del año pasado en esta zona tienen preocupados a los responsables de los servicios de extinción.

De acuerdo con los datos que maneja la consellería, en los seis municipios de este distrito con más incendios en el 2017, ese año fue el peor con diferencia desde el 2012. En los casos concretos de Pantón, Monforte, y Chantada, el número de hectáreas quemadas al final de la última campaña se aproxima mucho al cómputo total de superficie calcinada en los seis ejercicios anteriores. O cincluso lo supera, como sucede en el caso de Pantón.

Toldaos, Chavaga y Esmeriz, a punto de convertirse en parroquias de alto riesgo

La Consellería de Medio Rural utiliza dos criterios complementarios para componer su listado de parroquias de alta actividad incendiaria: que sufran una media anual de al menos siete incendios en periodos de cinco años, o que hayan sido escenario en diez años de dos de doscientas hectáreas o más. El segundo criterio puede meter en esta lista el año que viene a las parroquias de Toldaos, en Pantón; Chavaga, en Monforte; y Esmeriz, en Chantada. Cada una de las tres sufrieron el año pasado un incendio de más de doscientas hectáreas.

Y sin embargo, en el caso de Pantón no fue Toldaos la parroquia que sufrió más incendios durante el duro verano pasado. Fue Acedre, aunque la actividad incendiaria en esta zona se cebó en general con todas las parroquias de la ribera del Cabe. Durante la reunión de ayer, responsables de los servicios de extinción explicaron que del análisis de los 65 fuegos registrados el año pasado en Pantón se deduce que los incendiarios buscaban lugares visibles, porque casi todos se produjeron junto a la carretera N-120, la N-120 antigua o las vias provinciales que llevan a las aldeas de Frontón y Acedre.