Buzos, drones y perros no lograron hallar al desaparecido de San Clodio

La Voz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Roi Fernández

Los trabajos de búsqueda continuaron ayer en el cauce y las márgenes del Sil

11 may 2018 . Actualizado a las 22:04 h.

Durante toda la jornada de ayer continuaron en el municipio de Ribas de Sil las tareas de búsqueda de Manuel Vázquez, un vecino de San Clodio de 82 años de edad que está desaparecido desde el pasado miércoles, sin que se consiguiese hallar ningún indicio sobre su posible paradero. Las operaciones de rastreo se llevaron a cabo en el tramo del Sil donde se encuentra el viejo puente de hierro de San Clodio, cerca de la casa del desaparecido, que tiene su domicilio en el barrio de A Rotea.

En la búsqueda participaron ayer por la mañana buzos de la Guardia Civil y un equipo de rastreo canino. En la operación se utilizaron además drones de la Axencia Galega de Emerxencias. Por la tarde las tareas continuaron con otro perro rastreador traído desde la vecina comarca leonesa del Bierzo. Sin embargo, ni en las márgenes ni el cauce del río ?donde la corriente es particularmente fuerte en estos momentos, tras la pasada temporada de lluvias? se pudo encontrar ninguna evidencia que pudiese resultar útil para la búsqueda.

Las operaciones de rastreo continuaron hasta el anochecer. En los trabajos, además de la Guardia Civil, participan voluntarios de Protección Civil de Ribas de Sil y personal del grupo supramunicipal de emergencias.

Otros dos casos en los últimos ocho años

En los últimos años se registraron en Ribas de Sil otros dos casos de personas desaparecidas cuyo rastro también se perdió en el entorno del río. El más reciente se produjo a mediados de octubre del 2015, cuando se denunció la desaparición de Francisco G. V., un vecino de la localidad de Nogueira que tenía entonces 63 años. Al cabo de tres días de búsqueda infructuosa, unos piragüistas avistaron a la altura la aldea de A Cubela un cuerpo que flotaba en el río y que resultó ser el del vecino desaparecido.

El otro caso se produjo a finales de noviembre del 2010 y sigue sin haberse cerrado en la actualidad. En esas fechas desapareció Amanda O. G., una mujer de unos treinta años que ?según informó por entonces su compañero sentimental? se arrojó al río desde el puente que atraviesa el cauce a la altura del lugar de Rairos. Su pareja dijo también que lo había llamado por teléfono para decirle que iba a saltar al río, pero él no llegó a tiempo de detenerla. El cuerpo no ha sido hallado hasta hoy.