Los chaparrones respetaron la procesión del Martes de Pascua

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

Roi Fernández

Aunque el mal tiempo hizo temer que hubiese que suspender los actos, la vieja tradición pudo renovarse

03 abr 2018 . Actualizado a las 20:56 h.

El temporal que pasó ayer por toda Galicia afectó considerablemente al sur lucense, donde llovió con intensidad y soplaron fuertes vientos a lo largo de una gran parte de la jornada. Sin embargo, el mal tiempo dio una tregua que permitió celebrar en Monforte las tradicionales ceremonias del Martes de Pascua.

A primera hora de la mañana, antes de la misa oficiada en la iglesia de San Vicente do Pino, cayó sobre la ciudad un largo y fuerte chaparrón, lo que hizo temer que hubiese que suspender la procesión. Pero la lluvia acabó por escampar y el cortejo pudo salir de la iglesia a las doce menos cuarto del mediodía para realizar su habitual recorrido hasta la capilla del Campo da Virxe, donde se celebró sin mayores problemas la la ceremonia de la bendición de los campos. Siguiendo la tradición local, el alcalde José Tomé se comprometió a volver a celebrar el festejo el año próximo. Una vez concluida la celebración, la procesión inició el camino de regreso a la iglesia, en la cumbre del monte. En el recorrido participó cerca de un centenar de personas, entre las estaban numerosos miembros de la corporación municipal.

La tregua cesó a primera hora de la tarde, momento en que empezó a llover de nuevo y sobre todo a soplar el viento con mucha fuerza. Las adversidades meteorológicas continuaron durante el resto del día, pero la vieja tradición monfortina del Martes de Pascua, que data al menos del siglo XVII, pudo renovarse una vez más.