La unidad de drogodependencias se traslada al barrio de la Estación

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

El centro pasará al edificio de los dormitorios de Renfe cuando acaben las reformas

28 mar 2018 . Actualizado a las 22:36 h.

Después de muchas vueltas sobre su reubicación, el traslado de la unidad de drogodependencias por fin está resuelto. El centro asistencial, situado en la avenida de Galicia desde su puesta en marcha, pasará a funcionar en el barrio de la Estación. Allí ocupará la planta baja del edificio de los antiguos dormitorios del personal de Renfe, por el que el Ayuntamiento paga un alquiler desde el año 2012 sin haberle dado uso. Con la marcha de drogodependencias desaparece el último escollo para la construcción de la comisaría de policía en la vieja casa de socorro.

El PP preguntó durante el pleno del lunes si estaba resuelto el traslado de la unidad de drogodependencias. La respuesta del alcalde fue que pronto conocerían todos los detalles sobre su nueva ubicación. Tomé citó ayer por la tarde a los medios de comunicación para darla a conocer. Por la mañana se lo había comunicado a la plantilla de la unidad asistencial, en la que prestan sus servicios siete personas.

La directora del instituto municipal de drogodependencias fue requerida en enero para que informase por escrito de las necesidades de espacio con vistas a la reubicación de la unidad asistencial. «Pedíronnos doce espazos para prestar o servizo. Coa redistribución do baixo do edificio do Adif, van ter catorce entre salas e despachos», explica el alcalde.

El acondicionamiento del bajo del edificio de los antiguos dormitorios de Renfe tiene un presupuesto de 90.000 euros y será financiado con cargo al Plan Único de la Diputación. La redistribución de los espacios se hará siguiendo las recomendaciones de la dirección de drogodependencias. Si se cumplen los plazos que baraja el equipo de gobierno, el traslado se hará efectivo a partir de septiembre y en ningún caso más allá de este año.

Alquiler y no cesión

La idea de dar un uso municipal a este edificio de la Estación partió del anterior equipo de gobierno, que en abril del 2011 anunció su cesión para sede de un vivero de empresas que no llegaría a concretarse. Tampoco fue cedido por el Adif. El Ayuntamiento pagaba un alquiler de algo más 300 euros al mes que con la revisión del contrato iba a duplicarse. Esa cantidad se mantendrá finalmente durante los próximos años, tras una negociación en la que también se tuvo en cuenta el precio de las instalaciones del Museo dos Ferrocarrís.

Tomé destaca que la reubicación del centro de drogodependencias será positiva no solo para el desempeño de su actividad, sino también «para o comercio e a hostalería da zona».

Nuevo paso para conseguir que Interior construya la nueva comisaría de policía

La reubicación de la unidad asistencial de drogodependencias despeja el camino para que la antigua casa de socorro pueda albergar la comisaría de policía. Este centro municipal es el único servicio que alberga a estas alturas el edificio, junto con la sede de la Asociación Monfortina de Alcohólicos Rehabilitados. Pero el equipo de gobierno considera que el traslado de este último colectivo es una cuestión menor. «É un único despacho e pódeselles facilitar un local alternativo», señala el alcalde.

Tomé prefiere no entrar a valorar posibles plazos para la firma del convenio con Interior que facilitaría la construcción de la comisaría. Avanza únicamente que en cuanto se realice el traslado de la unidad asistencial se comunicará al ministerio la disponibilidad del edificio, para comenzar a redactar un protocolo de cesión de las dependencias de la casa de socorro. Los trámites previos, según admite, están resultando más complejos de lo que se pensaba. En el catastro figuraban diferentes parcelas y la mayor parte de la obra nueva no fue regularizada en su día.

Garantía de continuidad

Tras un primer ofrecimiento municipal, el ministerio comunicó que considera viable la ubicación propuesta para la comisaría. La policía ocupa en la actualidad un edificio en esa misma calle en régimen de alquiler. Para el equipo de gobierno, la construcción de unas instalaciones propias supondría un blindaje con vistas a su continuidad. Con anterioridad se firmaron otros tres convenios, sin que se llegase a llevar a la práctica ninguno.