Tomé anuncia medidas tras levantar la última sesión a las cuatro de la madrugada
28 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Siete horas y veintitrés minutos después del comienzo del último pleno, el alcalde se tomaba con humor la enésima pregunta de la oposición. «Está vostede feito un mar de dúbidas», respondía con sorna al portavoz del PP, Iván Rodríguez, a eso de las tres y media de la madrugada. Los populares plantearon cinco mociones y otras diez preguntas en el turno que suele cerrar el debate. La que empujó a Tomé a echar mano de la ironía se dividía a su vez en una veintena de apartados. A esas alturas, algunos concejales ni siquiera se aclaraban con las iniciativas habían llevado a la sesión, que arrancó puntual a las ocho y media de la tarde. Otros se habían marchado de la forma más discreta posible, conscientes de que pronto tendrían que atender sus respectivas obligaciones profesionales.
Tomé avanzó durante el pleno que esa situación no volvería a repetirse mientras esté al frente del gobierno municipal. «Xa lles adianto que o de hoxe non vai volver suceder. Non imos estar ata as tres da madrugada, entre outras cousas porque o que pasa aquí non pasa en ningún outro lado», aseguró. Ya en frío, ayer reiteró su intención de aplicar a rajatabla el artículo del Reglamento de Organización y Funciones (ROF) por el que se rigen las corporaciones locales. «Chegadas as doce da noite, o pleno pararase e os puntos que estean aínda pendentes de debate quedarán para a seguinte sesión que se celebre», detalla.
El alcalde no entra a valorar la posible intencionalidad política de lo sucedido en la última sesión. De puertas adentro, sin embargo, el equipo de gobierno tiene el convencimiento de que responde a una estrategia de parte de la oposición para tensar los debates y transmitir la imagen de una gestión autoritaria. En todo caso, a Tomé le parece «excesivo» un orden del día con veintiún puntos y otros tantos ruegos de y preguntas. «Unha proposta para arranxar un camiño non debe debaterse 45 minutos», argumenta el regidor.
La duración de los turnos de palabra de los portavoces está regulada y no puede acortarse. Con la normativa en la mano, y teniendo en cuenta que Monforte baja de 20.000 habitantes, sería posible convocar un pleno cada dos meses. Pero el equipo de gobierno está por mantener la periodicidad mensual que fue pactada al comienzo de este mandato. El único cambio que se aplicará tras la sesión maratoniana del lunes es la interrupción de los debates cuando el reloj marque la medianoche. Esta medida entrará en vigor en el pleno ordinario que deberá celebrarse el próximo mes de abril.
El artículo que aplicará a partir de ahora el alcalde
«Toda sesión, tanto ordinaria como extraordinaria, habrá de respetar el principio de unidad de acto, procurando terminar el mismo día que comienza y finalizando todos los asuntos que estén incluidos en el orden del día. Si no se pudiera cumplir, el Presidente del Pleno levantará la sesión y los asuntos que no se hayan debatido se incluirán en el orden del día de la siguiente sesión. Pudiendo convocar una sesión extraordinaria para tratar dichos asuntos si fuera urgente y necesario».