La huella más antigua del monacato en la Ribeira Sacra lucense sigue sin ser BIC

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

El proyecto de Paisaje Cultural ignora el eremitorio de O Cotillón

19 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La declaración de la Ribeira Sacra como Paisaje Cultural, prevista por la Xunta para este año traerá consigo la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para 17.000 hectáreas de las provincias de Lugo y Ourense, en su mayoría viñedos en bancales de los cañones del Sil y el Miño. De forma simultánea obtendrán esa calificación dieciocho nuevos monumentos que se unen a los veinte que ya la poseían en este territorio, entre el núcleo duro de la declaración y zonas adyacentes donde la protección tendrá menor impacto.

La relación de nuevos BIC de esta declaración -paso previo a la candidatura a Patrimonio de la Humanidad- incluye construcciones de diversa índole y antigüedad. Entran desde la iglesia de Santa María de Loio (Paradela) a las bodegas de Vilachá (A Pobra do Brollón) o el túnel romano de Montefurado (Quiroga), pasando por la subestación del embalse de Belesar, manifestación de la arquitectura industrial reciente. No aparece en la lista, sin embargo, el eremitorio de O Cotillón, elemento singular y desconocido del patrimonio histórico de la Ribeira Sacra.

O Cotillón se encuentra situado en la aldea de San Román de Acedre, uno de los dos pueblos de Pantón que entran en el núcleo duro del BIC. El expediente del Paisaje Cultural está en exposición pública, pero de entrada la propuesta no fija medidas específicas para este elemento patrimonial. Ahora se cumple precisamente el vigésimo aniversario de su hallazgo. Solo algunos investigadores pudieron visitarlo desde entonces y la foto de esta información posiblemente sea de las pocas disponibles.

Excavada en la roca

El capilla rupestre está excavada en la roca de una ladera próxima a la ribera del Cabe, cerca de su confluencia en el Sil. En tiempos fue aprovechada como bodega por el dueño de la vivienda anexa, que falleció hace años. La condición de propiedad particular limitó el acceso a la cavidad mientras la casa estuvo habitada. Quedó vacía en el 2004 y los herederos residen en la provincia de Pontevedra. Al parecer, la edificación se encuentra actualmente en venta.

La cavidad tiene planta de cruz latina, con una nave principal de unos diez metros y brazos laterales de cinco. En una de sus paredes se distingue una cruz y una especie de báculo. Los expertos que pudieron acceder a su interior consideran que podría datar de los siglos VI o VII, por lo que su origen estaría en alguna de las pequeñas comunidades monásticas que precedieron a los monasterios construidos durante los siglos siguientes. Si es así, constituiría con San Pedro de Rocas el testimonio más antiguo del monacato en la Ribeira Sacra.

O Cotillón ni está catalogado ni fue objeto de estudios arqueológicos exhaustivos. Su ausencia en la lista de nuevos BIC sorprende a algunos expertos. «Hay que tomar medidas reales de protección del patrimonio, sobre todo cuando se ponen a la venta elementos de valor. Si les van a dar algún uso, hay que garantizar que no sufran daños irreversibles», señala la historiadora Manuela Sáez. En la relación de nuevos BIC incluidos ene la declaración de Paisaje Cultural figura el convento y la iglesia de San Salvador de Asma, conjunto de propiedad particular situado en Chantada también en venta.

 

Bienes patrimoniales particulares

El convento chantadino de San Salvador de Asma y la vivienda tras la que se encuentra el eremitorio de O Cotillón no son los únicos casos de elementos patrimoniales de propiedad particular que se encontrarían en venta en la Ribeira Sacra. Un empresario de Pantón afincado en Canarias, donde posee una cadena de hoteles, adquirió recientemente el antiguo convento de San Martiño, en el municipio de Pantón, y una bodega construida en la roca, cerca del casco urbano de Monforte, cuyo origen pudo estar relacionado con la casa de Lemos o el monasterio benedictino de San Vicente. El descubrimiento de esta construcción monumental despertó el interés de Patrimonio, pero no llegó a ser catalogada.