Tomé: «Prefiro pensar que o que pasou en Calvo Sotelo foi unha gamberrada»

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

Los vecinos critican que los trabajos de derribo lleven varios días parados

13 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las bridas de sujeción de las vallas que cierran el paso de vehículos en la calle Leopoldo Calvo Sotelo fueron cortadas durante la madrugada del sábado al domingo. Como consecuencia de ello, los vehículos pudieron circular durante varias horas por la zona en la que se encuentran los restos de los inmuebles que se desplomaron el pasado 31 de diciembre. «Foi unha verdadeira irresponsabilidade, porque deu pé a unha situación de perigo. O que cortou as bridas seguro que no se faría cargo da responsabilidade se chega a pasar algo», afirma el alcalde, José Tomé.

La retirada de las vallas motivó que los vehículos pudiesen circular por ese tramo hasta primera hora de la mañana del domingo. Tomé dio instrucciones a la Policía Local para que se intensifique la vigilancia en esa calle con el fin de evitar que se repitan nuevos sabotajes. «Non se sabe quen foi e prefiro pensar que o que pasou debeuse a unha gamberrada», apunta el alcalde.

El corte de las sujeciones de las vallas se produce en pleno pulso entre el Ayuntamiento y vecinos y comerciantes del barrio de la Estación, que consideran que el cierre al tráfico de la calle Calvo Sotelo se está prolongando más de lo debido. La paralización de los trabajos de demolición de las edificaciones ruinosas durante la jornada de ayer subió el tono de las protestas.

Otra reunión el jueves

Tomé insiste, pese a todo, en que no se abrirá al tráfico el carril más alejado de la zona del desplome hasta que los técnicos certifiquen que se dan las condiciones de seguridad necesarias. El jueves, a la una y media del mediodía, está prevista una nueva reunión con el director de la obra de derribo, el aparejador municipal y la Policía Local. La empresa que lleva a cabo los trabajos de demolición calcula ahora que ese día podría comenzar a desmontarse la fachada de la única edificación que queda en pie.

Mañana tampoco está previsto que se trabaje en el desescombro, por lo que esa posibilidad queda a expensas de lo que puedan avanzar las obras el miércoles.