El desfile de comparsas tendrá que esquivar los escombros del barrio de la Estación

Nada hace suponer que el derrumbe de la calle Leopoldo Calvo Sotelo se vaya a solucionar tan rápido como para que el multitudinario desfile de comparsas del Martes de Carnaval se pueda celebrar con su recorrido habitual. En relación con la polémica sobre el cierre de esta calle al tráfico, en el Ayuntamiento descartan suavizar la prohibición de circular como piden los comerciantes afectados. «Os informes dos técnicos desaconséllano», asegura el alcalde José Tomé.

A última hora de la mañana de hoy se celebrará una nueva reunión entre el Ayuntamiento y los responsables de la empresa que está derribando de forma controlada los restos de los edificios que se desplomaron el pasado 31 de diciembre. En ese encuentro se sabrá si es posible reabrir al tráfico uno de los dos carriles de esa calle o si habrá que prolongar el corte total al menos hasta la semana que viene.

Incluso en el caso de que se pueda abrir ya un carril, sería más que complicado hacer pasar por ahí el desfile del martes, en el que participan mil personas disfrazadas en grupos con montajes que incluyen vehículos y plataformas de dimensiones considerables. El Ayuntamiento guarda silencio por ahora sobre el posible itinerario alternativo.

Vecinos y comerciantes con negocios en ese tramo de Leopoldo Calvo Sotelo, que es junto con Doctor Casares la principal calle de acceso al barrio de la Estación, esperaban que el Ayuntamiento aceptase al menos cambiar las actuales señales de prohibido el paso por otras de calle sin salida. Con esta señalización, los conductores podrían llegar hasta las proximidades de las casas derrumbadas y aparcar allí para volver atrás en cuanto hiciesen sus compras. En el Ayuntamiento sostienen que la Policía Local desaconseja esa posibilidad porque ese tráfico podría provocar un tapón en la salida de la calle Pontevedra hacia Doctor Casares.

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