El Ayuntamiento ultima una petición de inversiones a Aqualia

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

Es el primer paso que da el gobierno local en este sentido desde el 2016

04 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de Monforte ultima una solicitud formal a Aqualia para pedirle a la empresa que haga las inversiones que prometió cuando firmó el contrato de gestión de los servicios municipales de suministro de agua y de gestión del alcantarillado. La base de esa petición son los informes elaborados en su momento por diferentes departamentos municipales sobre el grado de cumplimiento de aquel contrato.

Este será el primer paso que da el Ayuntamiento para reclamarle aquellas inversiones a Aqualia desde la fallida negociación del año 2016. El punto de partida de esta nueva reclamación es el mismo de siempre: los 2.470.000 euros en inversiones que Aqualia se comprometía a gastar en Monforte en los años posteriores a la firma en el 2001 del contrato de gestión del agua y el alcantarillado de Monforte.

En el Ayuntamiento admiten que no es posible reclamar toda esa cantidad, porque a esa cifra de partida hay que descontarle al menos el dinero que la empresa entregó en aquella época al Ayuntamiento para la compra de terrenos para construir un parque acuático en A Pinguela. Los responsables municipales no quieren desvelar la cantidad que finalmente se proponen reclamar, pero sí explican que el requerimiento formal que enviarán a la empresa se apoya en las conclusiones de los informes que en su día elaboraron sobre este largo contencioso el secretario, la interventora y la técnico de servicios.

Al parecer, el trabajo está muy adelantado, pero todavía no ha fechas para su presentación pública o su entrega a los representantes de la empresa. El alcalde, José Tomé, no quiere avanzar todavía plazos concretos, pero asegura que estará lista en cuestión de unos pocos meses, probablemente antes de que termine la primavera.

Lo que puede ser una nueva negociación entre la empresa y el Ayuntamiento llegará además cuando el problema del deterioro de la red de suministro de aguas se ha convertido en un problema de primer orden, tras las averías que en noviembre dejaron la ciudad sin agua durante días.

El diálogo marcado por la amenaza de un contencioso que ya no asusta

Cuando esté listo el documento que sustenta esta reclamación, el gobierno local lo presentará y abrirá así una nueva fase en las siempre complicadas relaciones con la empresa que gestiona estos servicios desde el año 2001. El último proceso de diálogo entre Aqualia y el Ayuntamiento terminó sin resultado en noviembre del 2016. El gobierno local había alcanzado un acuerdo que consideraba satisfactorio, pero en el pleno solo obtuvo el respaldo del PSOE y la oposición lo tumbó.

En aquel momento, la empresa negociaba con la fuerza que le daba el contencioso que tenía pendiente de resolver en los tribunales. Reclamaba una compensación económica por las subidas de tarifas acordadas en el contrato del 2001 y que el Ayuntamiento no había aplicado en la época de Severino Rodríguez en la alcaldía. Pero el pasado mes de septiembre, el Tribunal Superior de Galicia rechazó las pretensiones de la empresa, así que ahora esa amenaza ya no tiene valor.

Tres calles en las que la empresa sí está cambiando las tuberías

Los 139.000 euros que costó la nueva tubería de saneamiento que acabó con las recurrentes inundaciones de aguas fecales en los garajes de la calle Chantada fue durante años la última obra pagada por Aqualia en Monforte. Aquello fue en el 2008 y fue preciso esperar a finales del 2017 para que esta firma aceptase poner dinero de su bolsillo en otra obra similar. Lo hizo por partida doble, y en los dos casos aprovechando que el Ayuntamiento ya iba a abrir las calles para llevar a cabo otras obras. Se trata de las calles Acea Nova, entre la Compañía y Carude, y Pardo Bazán, en el barrio de O Morín. Volvió a hacerlo poco después cuando el Ayuntamiento anunció obras para la calle del Conde.

En esos tres casos, Aqualia están instalando nuevas conducciones para el agua potable que sustituirán a las tradicionales de fibrocemento, y en algunos casos de plomo. En la calle del Conde, por ejemplo, la nueva tubería de poliuretano servirá para jubilar la de fibrocemento que iba por el medio de la calle y las acometidas que repartían el agua hacia a las casas, estas últimas de plomo.

En los tres casos, la empresa aceptó a instalar las nuevas tuberías después de que el Ayuntamiento se lo ofreciese mediante una carta en la que la informaba de las obras a llevar a cabo. En su respuesta, Aqualia hace constar expresamente y por escrito su opinión de que la renovación de esas tuberías es una mejora, y no simple mantenimiento. La diferencia es importante, porque en el primer caso con esas obras estaría avanzando en el cumplimiento de su compromiso inversor del 2001. Si se trata solo de mantenimiento, ya no cuenta.