Trabajaba en el hospital de Monforte cuando ocurrió el suceso
31 ene 2018 . Actualizado a las 22:47 h.El Juzgado de Instrucción número dos de Monforte decretó la apertura de juicio oral por un delito de homicidio imprudente por imprudencia profesional contra un ginecólogo del hospital comarcal. Lo acusa de la muerte de un recién nacido en un parto gemelar prematuro. En el mismo auto el juzgado requiere al acusado para que deposite una fianza de 433.000 euros para asegurar posibles responsabilidades económicas.
El fiscal no acusa en este caso, pero el titular del juzgado monfortino, amparándose en el artículo 783.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, acuerda la apertura de juicio oral, a petición de la acusación particular. En este caso la ejerce el abogado Cipriano Castreje Martínez, por la Asociación Defensor del Paciente en Galicia. La petición de condena para el profesional es de tres años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión de médico ginecólogo y obstetra por un período de cuatro años. Pide además 90.000 euros de indemnización para el padre del niño fallecido; 120.000 para la madre y 25.000 para cada uno de los hermanos.
Contencioso paralizado
Este caso llega a juicio después de que en la vía contenciosa, paralizada al iniciarse el procedimiento penal, el Consello Consultivo se pronunciara a favor de indemnizar a la familia de la niña, y ante la negativa de la aseguradora a buscar una solución negociada, según reconoció el abogado Cipriano Castreje.
Los hechos se remontan a mayo del año 2008, cuando ingresó en el hospital de Monforte la madre de la bebé fallecida, embazada de gemelos de entre 34 o 35 semanas. La primera niña nació vía vaginal, con un peso de 1.950 gramos, en tanto que para sacar a la segunda, que fue la que murió, tuvieron que practicarle una cesárea a la madre.
La niña fallecida, que pesó más que su hermana, nació en el hospital de Monforte y falleció en el hospital de Ourense 10 días después.
Daños de origen perinatal
La acusación particular se sustenta en la historia clínica recabada del centro ourensano, «que delimita claramente que la causa de los daños en la menor fue de origen perinatal». Recoge que ingresó como consecuencia de una asfixia perinatal grave y dificultades respiratorias. La trasladaron a la uci-neonatal, donde le proporcionaron ventilación mecánica y apoyo de fármacos inotrópicos, dado que presentaba un «importante fallo hemodinámico durante las primeras 24 horas de vida». La niña falleció a los 10 días por una parada cardiorrespiratoria.
La acusación particular señala en su escrito que no existen informes que acrediten que fue lo que ocurrió entre el nacimiento de la primera gemela y el de la segunda, solamente hace referencia a que fracasó el intento de extraer el feto vía vaginal. «No constan -añade el escrito- las maniobras realizadas ni la monitorización de la segunda gemela».
Sin informe ni historia clínica
La acusación recoge también a que no consta el informe de pediatría al nacer; tampoco historia clínica obstétrica que explique cómo y por qué «las graves secuelas al nacer de la recién nacida».