El Seprona paraliza la tala de los cedros de la iglesia de Laiosa

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNÁNDEZ

El obispado espera que la operación pueda reanudarse en breve

21 ene 2018 . Actualizado a las 13:56 h.

La tala de dos cedros de gran porte situados en el atrio de la iglesia de Laiosa -en O Incio- fue paralizada por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) a raíz de una queja presentada por vecinos de la parroquia. La operación fue iniciada por el obispado de Lugo después de que la caída de algunas ramas de estos árboles provocase daños un grupo de sepulturas del cementerio contiguo a la iglesia y causase heridas de consideración a una persona.

El delegado de patrimonio inmueble del obispado, Miguel Gómez, señala que los responsables de la diócesis esperan que la tala pueda reanudarse en breve plazo y consideran que la intervención «está máis que xustificada» por el riesgo que suponen estos árboles. Aparte de los referidos incidentes provocados por la caída de ramas, según apunta Gómez, un examen técnico determinó que existe también el peligro que los cedros -de una altura que sobrepasa los treinta metros- acaben desplomándose por completo si no se toma ninguna medida de prevención. «Elaboramos un informe no que se indica que as árbores poden caer sobre o edificio da igrexa ou sobre algunha persoa que se encontre nese momento no lugar, o que sería moito máis grave», explica.

Responsabilidad del dueño

El delegado diocesano apunta por otra parte que en una situación de riesgo como esta esta, «o responsable legal do que poida suceder é o propietario do terreo onde se encontran as árbores, que neste caso é o bispado, e é a el a quen lle corresponde tomar medidas para evitar un posible accidente». Después de examinar la situación -añade Gómez- se decidió que «non había outra solución que talar os cedros e iso foi o que se fixo».

Teniendo en cuenta estas circunstancias, Miguel Gómez confía en que la paralización de la tala se levante dentro de poco tiempo. Aunque la medida haya disgustado a algunos vecinos, los cedros, a su juicio, «están vellos e deteriorados e non teñen un carácter singular ou monumental que xustifique a súa conservación, e menos aínda cando supoñen un risco para a seguridade das persoas, das sepulturas do cemiterio e da igrexa da parroquia».

El obispado inició las gestiones para llevar a cabo la tala de estos árboles el pasado noviembre, a raíz de las quejas presentadas por los propietarios de cinco grupos de nichos situados en el cementerio de la parroquia que sufrieron diversos desperfectos a causa de la caída de ramas de los cedros en un par de ocasiones. Uno de los afectados por estos incidentes, además, llevó un fuerte golpe al caerle encima otra rama cuando estaba visitando el cementerio el pasado diciembre, sufriendo una lesión cervical por la que tuvo que ser ingresado en el hospital de Monforte. Esta persona señala que denunció el hecho a la Guardia Civil y que además de tener que utilizar un collarín ortopédico deberá seguir a partir de esta semana un proceso de rehabilitación.