La fundación Xosé Soto de Fión quiere negociar la cesión de las piezas halladas en el 2008 en la aldea de Pedras para mostrarlas al público
05 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El próximo abril se cumplirá el décimo aniversario de las primeras excavaciones -y hasta ahora únicas- realizadas en un yacimiento paleolítico de O Saviñao, que fue descubierto en aquella época en la localidad de Pedras, de la parroquia de Vilelos. El Ecomuseo de Arxeriz, situado en el mismo municipio, se interesó hace tiempo por albergar y exhibir las herramientas de piedra que fueron descubiertas en aquellos trabajos, pero por el momento esta pretensión no se ha cumplido. La situación puede cambiar este año, ya que la Fundación Xosé Soto de Fión -responsable del museo- tiene previsto retomar el contacto con la Universidade de Santiago, que custodia actualmente estas piezas arqueológicas, a fin de negociar una posible cesión.
El director del museo, José Antonio Quiroga, señala que en el 2014 contactó con los responsables del proyecto arqueológico «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», dentro del cual se llevaron a cabo las excavaciones de Pedras. «Pero desde aquela non mantivemos ningunha outra reunión e a iniciativa quedou parada, porque nós estivemos moi ocupados durante os últimos anos coas escavacións do castro que se encontra nos terreos do museo», explica.
El arqueólogo Arturo de Lombera, que codirigió las excavaciones de Pedras junto con Xosé Pedro Rodríguez, señala que el estudio de los artefactos líticos descubiertos en el yacimiento terminó hace tiempo y que la USC estaría dispuesta a ceder las piezas al museo de Arxeriz. Para que esto se pueda llevar a cabo, el centro deberá contar con la autorización de la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural.
Un espacio reservado
Quiroga señala por otro lado que el museo no tiene previsto habilitar una sala específica para albergar piezas arqueológicas del Paleolítico. «Os materiais que apareceron en Pedras son moi importantes, pero tamén moi escasos, e a non ser que se descubran máis pezas deste tipo no municipio non estaría xustificado dedicarlles unha sala enteira», apunta. «O que se podería facer é reservar un pequeno espazo para estas pezas dentro dunha sala que pensamos dedicar ao patrimonio castrexo, que é moito máis abundante», añade.
Los sondeos arqueológicos de Pedras corrieron a cargo de los mismos investigadores que estudian desde el 2006 los yacimientos paleolíticos de Monforte, Triacastela y Becerreá. Las herramientas líticas aparecieron en unos terrenos particulares que -como el resto de la localidad- se encuentran en la parte baja de un pequeño valle. Los arqueólogos descartan que las piezas se encontrasen en posición original. Esto es, los artefactos habrían quedado depositados inicialmente en las partes más altas de las laderas que rodean el valle, donde se asentarían los campamentos de cazadores-recolectores del Paleolítico. La erosión y los arrastres de tierras registrados durante miles de años desplazarían estas piezas hasta la zona baja. «Este patrón es muy común en los yacimientos del Paleolítico situados en terrenos en forma de cubeta, como es el caso de Pedras», señala De Lombera. «En otros lugares que tienen un relieve parecido, como Toén, en Ourense, también se encontraron artefactos claramente desplazados de su posición original», agrega.
Una parada en una ruta natural usada por los nómadas
En los diez años transcurridos desde que se descubrió el yacimiento de Pedras, los investigadores han realizado numerosos estudios que ayudan a relacionarlo con otros enclaves paleolíticos gallegos. El lugar forma parte de un corredor natural que comunica la depresión de Monforte con el valle del Ulla, pasando a través del extremo norte de la sierra de O Faro. Los arqueólogos suponen que esta vía fue utilizada por los grupos nómadas del Paleolítico en sus desplazamientos tras los rebaños de herbívoros salvajes, que eran una de sus principales fuentes de alimento. Por ello, según apunta De Lombera, es muy probable que a lo largo de esta ruta aparezcan más restos de asentamientos paleolíticos, es decir, huellas de los campamentos que aquellos grupos humanos ocupaban de forma temporal. «Seguramente hay más yacimientos en O Saviñao y al otro lado del Miño, pero localizarlos es muy difícil», comenta.
entre 200.000 y 300.000 años
En los sondeos arqueológicos de Pedras se encontró una treintena escasa de útiles líticos tallados en cuarzo y cuarcita. La materia prima, según todos los indicios, consiste en cantos rodados recogidos en el cauce del Miño. Los arqueólogos no pudieron realizar dataciones radiométricas, por lo que se desconoce su antigüedad, pero su aspecto sugiere que pertenecen a la etapa final de la cultura Achelense, entre hace 200.000 y 300.000 años. A la derecha, una de las piezas