Quiroga es el municipio donde más aumenta el viñedo en Ribeira Sacra

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Sober gana 29 hectáreas en doce años. Chantada y O Saviñao pierden viñas

02 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ribeira Sacra cerró curiosamente el 2016 con el mismo viñedo que tenía en el 2005. Los datos disponibles sobre la superficie amparada corresponden a los últimos doce años y pueden consultarse en la web del consejo regulador. La pasada campaña, última con estadísticas disponibles, se contabilizaban 1.214 hectáreas, exactamente las que había en el 2005. Respecto al 2015, son 29 menos. En estos últimos doce años, el viñedo aumentó en siete municipios y se redujo en otros diez.

Del lado de Lugo, el descenso se produce en Carballedo. Ribas de Sil, Taboada, Chantada y O Saviñao. Chantada, sede de un número significativo de bodegas y mercado de uva para otras muchas, pasó de 165,77 hectáreas en el 2005 a las 120,78 que se contabilizaban el pasado año. O Saviñao, con siete parroquias del Miño acogidas a la denominación de origen, tenía 161,96 hectáreas en el 2005 y suma 143,01 en la pasada campaña vitícola.

En cuanto a los municipios que ganan viñedo, el incremento de superficie en Paradela y Portomarín es irrelevante. A Pobra do Brollón, donde se encuentra la ribera de Vilachá de Salvadur, gana un par de hectáreas en doce años. Monforte, curiosamente, duplica superficie. Pasa de 7,69 a 14,35 hectáreas de viñedo gracias a las nuevas plantaciones en San Pedro de Baños, la cuña que dibuja su territorio municipal en el Sil a su entrada en la subzona de Amandi, en Sober.

Bodegas de otras zonas

Sober ganó solo 29 hectáreas de superficie vitícola desde del 2005 y tiene en la actualidad 193,87. Un aumento casi idéntico al de Pantón, que en el 2016 se movía en torno a las 190 hectáreas. Es en Quiroga, escenario habitual de proyectos de ampliación de viñedo de bodegas de otras subzonas, donde se registra el incremento más llamativo. Pasa en ese período de 160,60 a 232,25 hectáreas de viñedo, lo que supone un incremento de setenta.

Las estadísticas del consejo regulador ponen de relieve un descenso sostenido de la superficie vitícola en todos los municipios de la zona de Ourense. También dejan entrever que las nuevas plantaciones de las mayores bodegas compensan por ahora el abandono de pequeñas parcelas como consecuencia de las dificultades del cultivo y la falta de relevo generacional.