La borrasca derrumba la fachada de una casa en Chantada

T. TABOADA, F. ALBO

LEMOS

Imagen cedida por el parque de bomberos de Chantada
Imagen cedida por el parque de bomberos de Chantada

El paso del temporal dejó numerosas incidencias en la provincia

11 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La borrasca «Ana» recordó a los lucenses lo que es un día duro de invierno. Acostumbrados a un tiempo atípico, donde la sequía se convirtió en uno de los principales problemas en una provincia donde los ciudadanos no soltaban el paraguas, ayer la lluvia y el viento hicieron acto de presencia en una jornada que los más mayores cualificaban como las de antes. «É un día de inverno como os de antes. Na miña época chovía e facía aire, despois apareceron as borrascas e agora andan coas cicloxéneses e alertas laranxas e vermellas», indicaba ayer un lucense en la Avenida de A Coruña.

La intensa lluvia que cayó en la capital lucense provocó las míticas inundaciones en varios puntos de la avenida de A Coruña, en Ronda das Fontiñas y en Infanta Elena. Nada nuevo porque es la escena que se repite cada vez que la ciudad registra lluvias intensas. Vecinos de la zona consideran que estas inundaciones se producen por acumulación de basura y hojas en los sumideros y la nula intervención de obra del por parte del gobierno municipal. «Están sucios e non teñen capacidade suficiente para tragar a bolsa de auga que aquí se produce. Nos tres míticos puntos onde sempre se producen as inundacións dáse a mesa conxuntura: sucidade nos sumidoiros e a confluencia dunha pequena costa que fai que a auga baixe de súpeto, os sumidoiros non dean a basto e apoze », opinó una vecina de la zona.

Desde las ocho de la mañana hasta a las ocho de la tarde de ayer, en la provincia de Lugo se registraron 57 incidencias. Los concellos más afectados fueron Antas de Ulla, con tres incidencias, y Chantada, donde se produjo el derrumbamiento de la pared de una casa habitada en el lugar de Moreiras. No hubo heridos pero la zona fue precintada y balizada. Por otro lado, la caída de un nogal de gran tamaño obligó a cortar el tráfico en la carretera que une la capital de este mismo municipio con Os Peares, en el límite entre las parroquias de Santiago de Arriba y A Sariña. En la villa chantadina, además, se produjo una inundación en la plaza de Santa Ana al quedar saturada la red de evacuación de aguas pluviales.

Por otra parte, un árbol derribado por el vendaval cayó sobre un automóvil que circulaba por la carretera que une el municipio de Pantón con el de O Saviñao sin causar daños de consideración a los ocupantes del vehículos. También parece relacionada con el temporal la salida de vía que sufrió un coche en el municipio de A Pobra do Brollón y que no tuvo consecuencias.

Lucha contra la erosión de zonas quemadas

La Consellería de Medio Rural prevé terminar antes de fin de mes una serie de intervenciones que se han iniciado en cuatro municipios de la provincia con el fin de paliar los efectos erosivos de las lluvias en zonas que resultaron quemadas en los incendios forestales del pasado octubre. Estas operaciones se llevan a cabo en los municipios de Cervantes ?parroquias de Noceda y Donís?, Chantada ?parroquia de Esmeriz?, Folgoso do Courel ?parroquia de Meiraos? y Negueira de Muñiz, en la parroquia de Ernes.

En todos estos casos se han cubierto con capas de paja los terrenos que quedaron desprovistos de cubierta vegetal a causa de los incendios y que por lo tanto corren el riesgo de sufrir una fuerte erosión. Los trabajos se llevan a cabo de forma manual y utilizando helicópteros. En total, según precisan desde la consellería, estas actuaciones afectan a unas setenta hectáreas. Por otro lado, las operaciones comprenden la instalación de barreras para impedir arrastres de tierras ?en un total de 750 metros lineales? y la trituración de maderas afectadas sin valor comercial. En el caso de Chantada, además, se arregló una tubería de captación de un depósito de agua utilizado por los servicios de extinción. En estas operaciones participan cerca de cincuenta trabajadores.

Según los responsables de la consellería, en la planificación de estas operaciones «deuse prioridade ás relacionadas coa prevención de arrastres de chan nas zonas máis sensibles, coa vista posta nas chuvias destes días, para evitar que as precipitacións lles afecten».