La Diócesis de Lugo enseñó ayer sus cuentas del pasado año y de nuevo han sido los fieles y la asignación del IRPF los que mantienen la economía de las parroquias lucenses. Eso sí, ha habido en los últimos años un importante descenso en los ingresos y en los gastos en la diócesis. Si en el año 2011 manejó un presupuesto de 7,7 millones, el pasado año apenas llegó a los seis millones de euros. En el apartado de ingresos, la crisis se ha dejado nota y las aportaciones de los fieles en las parroquias pasaron de los 2,74 millones del 2011 a 2,26 millones cinco años después. Por su parte, la aportación de la Declaración de la Renta a la diócesis de Lugo se mantiene casi invariable, sobre los 3,4 millones de euros. Y eso que la cuantía que los lucenses asignan en la casilla del IRPF lleva un lustro cayendo, de los 931.367 euros del 2011 a los 860.201 del 2015. Por este motivo, la Iglesia aporta más dinero a Lugo para llegar a los 3,4 millones y poder hacer frente a los gastos que tiene la diócesis. Llama la atención que en cinco años casi ha bajado en un millón el dinero que se destina a la conservación y obras en el patrimonio y ese dinero se ha invertido en gastos de personal.