La ampliación del Infanta Elena, en marcha tras múltiples retrasos

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Servizos Sociais pide licencia municipal para empezar a construir

05 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Primero iba a estar listo para abrir antes del pasado mes de junio, después al principio del curso 2017-2018. El proyecto de ampliación del colegio Infanta Elena acumula unos cuantos retrasos, pero parece haber entrado en su fase definitiva. El Ayuntamiento recibió hace solo unos días una solicitud de licencia de obra preentada por la Consellería de Servizos Sociais como paso previo a la construcción del denominado centro de continuidad, las instalaciones anexas al colegio de educación especial de Monforte que facilitarán a los alumnos que lo deseen seguir en el centro después de cumplir 21 años.

El conselleiro José Manuel Rey Varela había anunciado en marzo del 2016 a las familias con hijos en este colegio monfortino que Servizos Sociais aceptaba por fin que el centro de continuidad es necesario y asumía el coste económico que supone su construcción. Rey les dijo que esperaba que todo estuviese listo para que las nuevas instalaciones entrasen en servicio antes de que terminase el curso escolar 2016-2017. Pero el proyecto que encargó en aquel momento la consellería se topó con problemas y fue preciso introducir cambios que lo retrasaron todo.

Los planes de Servizos Sociais pasaban por aprovechar para el centro de continuidad la zona que en tiempos estaba destinada a residencia de la antigua escuela de capacitación agraria. Las obras de reforma necesarias para adaptarlas a su nueva función cuestan 310.000 euros, al menos según los cálculos de hace unos meses.

Más allá de los 21

La comunidad educativa del Infanta Elena lleva años reivindicando una alternativa para los estudiantes que llegan a la edad límite tras la cual tienen que abandonar el colegio. Las familias de los alumnos sostienen que no hay en estos momentos cerca de Monforte ninguna alternativa que satisfaga sus necesidades y que limitar la estancia a los menores de 21 años es antipedagógico

Una ampliación viable para un centro que abrió en 1985

La primera manifestación fue a finales del 2011, pero en realidad la reivindicación del centro de continuidad tiene ya diez años. Fue en el 2007 cuando las familias del colegio, apoyadas por los profesores, empezaron a pedir a la Xunta una solución para los que necesitaban tener a sus hijos atendidos más allá de los 21 años. En las primeras reuniones, los representantes de la asociación de padres insistían en el argumento de que la ampliación que reclamaban era técnicamente posible y económicamente viable.

El colegio Infanta Elena entró en servicio en su actual emplazamiento en octubre de 1985. Fue construido con 3.500 metros cuadrados disponibles, de los cuales en la actualidad solo están en uso una parte. En realidad, el centro llevaba ya un tiempo funcionando de forma provisional en las instalaciones del instituto A Pinguela. Su primer director fue Camilo López y los alumnos que lo estrenaron eran en su mayor parte de Monforte, aunque también los había de Sober, Pantón y O Incio.

Ratios y edades distintas

Como colegio de educación especial, el Infanta Elena tiene ratios máximos de alumnos por clase más exigentes que el resto de los centros educativos. Ya en el momento de su apertura, el límite estaba en diez por clase. También las edades de escolarizacón son distintas. En los colegios de educación especial la educación obligatoria no llega a los 16 años, como en los demás, sino hasta los 21. Hasta que llegue el centro de continuidad, la única alternativa para los padres que quieran prolongar la estancia de sus hijos en el centro es aprovechar alguno de los denominados programas de cualificación profesional .

Del antiguo centro comarcal Expolemos al edificio de Prodeme

La pelea por el centro de continuidad en el colegio Infanta Elena es larga y en ella las familias con hijos en el colegio Infanta Elena han valorado las más diversas opciones para desatascar el problema. Antes de que el año pasado la Consellería de Servizos Sociais dijese por fin que sí, el Ayuntamiento propuso diferentes alternativas de ubicación para este centro, primero en terrenos de propiedad municipal y después en el edificio de la antigua Expolemos. También la asociación Prodeme, que trabaja por la integración social y laboral de las personas con discapacidades psíquicas, aportó su propia sugerencia y puso sobre la mesa el edificio que tiene construido pero sin uso en el barrio de O Malvarón. Ninguna de estas opciones fue finalmente la elegida por la Xunta, porque en servizos Sociais han optado por aprovechar el espacio disponible y sin uso en el propio recinto del colegio.