Ribeira Sacra será el primer paisaje cultural gallego con categoría de BIC

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS RUEDA

El consejo regulador valorará el anuncio de la Xunta cuando conozca más detalles

23 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El pacto de silencio sobre la candidatura a Patrimonio de la Humanidad ya no lo es tanto. Fundamentalmente, porque la propuesta dejó de ser en apariencia una patata caliente para los alcaldes de la Ribeira Sacra. Los detalles sobre la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que trascendieron tras el último Consello de la Xunta despejan la principal incógnita. Todo indica que esta figura de protección, a la que se someterán amplias zonas de viñedo, solo afectará de soslayo a la actividad vitícola.

La diputada del PP Raquel Arias destaca la importancia de esta declaración, sin precedentes en Galicia, «para a promoción diferencial» de la Ribeira Sacra como destino turístico. Pero siempre que sea «completamente compatible» con la actividad del sector vitícola. «A viticultura heroica é outro motor económico para a zona e un elemento paisaxístico e medioambiental diferenciador que temos que coidar con mimo», precisa la exalcaldesa de Sober.

Las declaraciones sobre la trascendencia de que tendría para la Ribeira Sacra la declaración de Patrimonio de la Humanidad no siempre fueron compartidas por el sector vitícola, artífice de la candidatura con la recuperación del viñedo en bancales y también principal afectado por la declaración de BIC. «Non podemos expoñernos a ter que traballar a viña no día a día a expensas do que diga Patrimonio», opina el presidente de la denominación de origen, José Manuel Rodríguez.

La declaración de BIC implica que las nuevas construcciones, las rehabilitaciones integrales y todas aquellas actuaciones que alteren el paisaje de forma importante deberán ser autorizadas por la Dirección Xeral do Patrimonio Cultural. La Xunta avanza, no obstante, que quedan libre de esa exigencia las actividades agrícolas tradicionales, incluido el viñedo «sempre que non supoña modificar os socalcos».

El consejo regulador no se pronuncia de momento. Abordará esta cuestión cuando conozca todos los detalles, previsiblemente en el pleno que hará balance de la vendimia. «Temos que ser cautos, xogámonos o futuro», dice José Manuel Rodríguez.

¿Qué significa exactamente no modificar los bancales?

La declaración de BIC implica una diferencia sustancial en la autorización de obras en zonas de ribera. Mientras unas se solventarán con licencia municipal, otras precisarán del permiso de Patrimonio. Este último solo será preceptivo «cando se modifiquen os socalcos». Para el consejo regulador, habría que acotar con precisión qué significa alterar los bancales. En una primera lectura, Patrimonio solo terciaría en las obras que alteren la configuración tradicional de un viñedo para que gane anchura y facilitar así el paso de maquinaria. Pero también es cierto, apuntan desde la denominación de origen, que un raíl o a la colocación de unos postes podrían entenderse como una «modificación».

Los alcaldes de los veintiún municipios incluidos en la declaración de paisaje cultural están citados el miércoles próximo a una reunión en Santiago en la que conocerán más detalles del expediente. Luis Fernández Guitián, presidente del consorcio de turismo de la Ribeira Sacra, acude al encuentro convencido de que la declaración de BIC será positiva para los viticultores. «O que se fai vaise seguir facendo, e esa consideración vai ser un estímulo para que a cultura do viñedo teña continuidade», apunta el regidor de Sober.