Un camión cisterna municipal tuvo que reponer depósitos de agua en Rozavales y Vilamarín

La Voz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ROI FERNANDEZ

24 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los efectos de la prolongada sequía comienzan a dejarse notar en el abastecimiento de agua en algunas parroquias de Monforte. El alcalde, José Tomé, confirmó que fue preciso desplazar un vehículo cisterna del Ayuntamiento para reponer los depósitos de las traídas locales que abastecen a la parroquia de Rozavales y al núcleo de As Gándaras, en la de Vilamarín. La ausencia de precipitaciones y el incremento del consumo en los meses de verano motivan que los manantiales de referencia no brinden suficiente caudal para rellenar los tanques. De momento, según Tomé, solo se produjeron problemas en esos dos núcleos rurales del municipio.

Vecinos del barrio de Regueira, perteneciente a la parroquia de Piñeira, también sufren desde hace días problemas en el suministro de agua, aunque en esta caso no tienen que ver con la sequía. El abastecimiento no llegó a interrumpirse, pero en la práctica es cómo si permaneciese cortado porque la falta de presión priva de ese servicio a la mayoría de las casas situadas entre la carretera de Monforte a Sober y el desguace de vehículos que funciona en esa parroquia.

El alcalde señaló ayer que el Ayuntamiento se puso en contacto con Aqualia para resolver el problema cuando le fue comunicado por los vecinos. La ausencia de presión se debe, al parecer, a la sección de la tubería de suministro, demasiado estrecha parta garantizar la llegada del agua a todas las casas cuando el consumo se dispara.