Se enfrenta a los guardias que le dieron el alto por invadir el carril contrario

Carlos Cortés
carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

OSCAR CELA

El conductor está acusado de ponerse agresivo cuando le pidieron que se hiciese las pruebas de alcohol y drogas cerca de Monforte

11 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil dio el alto el domingo cerca de Monforte a un conductor al que los agentes persiguieron porque otros automovilistas denunciaron que circulaba invadiendo el carril contrario. La Guardia Civil asegura que cuando le dieron el alto, el hombre se negó a someterse a las pruebas de alcoholemia y drogas, insultó y amenazó a los agentes y llegó a agredir a uno de ellos. Uno de los agentes resultó herido al forcejear con él.

Los hechos ocurrieron en la carretera N-120 y el conductor interceptado venía de la provincia de Ourense. De hecho, la central operativa de tráfico de Lugo, de la que depende este servicio de la Guardia Civil en Monforte, recibió el aviso desde el cuartel de Ourense. Allí habían llegado los avisos originados por varias llamadas telefónicas de conductores que circulaban por el tramo ourensano de la N-120 y que alertaban de un coche que iba en sentido Monforte de forma temeraria y poniendo en peligro la seguridad del resto de los usuarios de la carretera.

La patrulla que salió en su búsqueda lo localizó a la altura de Ferreira de Pantón, en el punto kilómetro 532 de esta vía y a medio camino entre el alto de Guítara y el casco urbano de Monforte. Según la información facilitada ayer por la comandancia de la Guardia Civil en Lugo, en cuanto los agentes lo vieron se pusieron a hacerle señales para que detuviese su vehículo, pero no hizo caso. Siempre según estas fuentes, durante el tiempo que fueron detrás de él, vieron «que continuaba con su conducción temeraria».

Cuando por fin paró el coche, los agentes observaron «que el conductor presentaba evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol». En el momento en que le propusieron que se sometiese a un control de alcoholemia y a otro de drogas, él se negó y profirió «insultos, amenazas y menosprecios a los agentes, llegando a agredir a uno de ellos».

En vista de ello, los dos guardias trataron de reducirlo y en el forcejeo resultó herido el compañero del que había estado a punto de ser agredido.

Diez gramos de hachís y dos denuncias

Durante la inspección que los guardias de tráfico hicieron del coche interceptado encontraron aproximadamente diez gramos de una sustancia que parece hachís y que ahora está siendo analizada en laboratorios de la Guardia Civil para su posterior destrucción.

En cualquier caso, aunque se demuestre que es hachís e independientemente de su grado de pureza, todo apunta a que se trata de una cantidad demasiado pequeña como para acusar al dueño del coche de un delito contra la salud pública. Desde luego, en estos momentos no está siendo investigado por eso, sino por un delito contra la seguridad vial por negarse a pasar las pruebas de alcohol y drogas y otro de atentado por el altercado con los agentes. En cuanto al hachís, podría enfrentarse a una multa si la Subdelegación del Gobierno decide tramitarla.