La mejora del saneamiento supondrá una tregua en las multas por vertidos

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

alberto lópez

La confederación hidrográfica da de plazo hasta el 2022 para zanjar el problema

23 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El convenio que firmarán este año Ayuntamiento, Diputación de Lugo y Confederación Hidrográfica del Miño-Sil permitirá llevar a la práctica el plan de reducción de vertidos al que se venía dando vueltas desde que se supo que era imposible conectar el puerto seco a la red de saneamiento. Las obras previstas en ambas márgenes del colector, a las que se destinan 1,4 millones de euros, paliarán la sobrecarga que sufre la depuradora de Piñeira por la filtración de otras aguas. Está pendiente, sin embargo, una actuación complementaria que el alcalde espera poder costear si se produce una licitación a la baja de las obras previstas.

Las mejoras que se van a realizar con cargo a este convenio a tres bandas siguen las indicaciones del informe sobre la red de saneamiento municipal que realizaron en el año 2013 técnicos de la Consellería de Medio Ambiente. Todos los lugares elegidos son puntos especialmente conflictivos por la entrada masiva en la red de aguas no residuales. La eficacia de las mejoras que se van a llevar a cabo sería mayor, no obstante, si se complementasen con la construcción de tanques de recogida de agua de tormenta en cada una de las márgenes urbanas del Cabe.

Estos depósitos están provistos de un sistema de decantación y evitarían que los arrastres de las lluvias fuesen a parar directamente a la estación depuradora de Piñeira. El informe de la Xunta justifica la necesidad de su instalación por la fuerte carga contaminante de estas aguas de tormenta. «Nos primeiros minutos lavan restos de combustibles e todo tipo de residuos», señala el alcalde. Si la baja en la licitación de las obras programadas lo permite, Tomé propondrá las otras administraciones implicadas en el acuerdo que el remanente se destine a iniciar la construcción de esos depósitos.

Sustitución de colectores

La firma del convenio supondrá para el Ayuntamiento, según confirmó el alcalde, una «moratoria» en las sanciones que recibe periódicamente de la confederación hidrográfica. Tendrá que responder si se produce algún vertido importante, pero se librará del rosario de multas a las que debe hacer frente con regularidad por otras deficiencias de la red saneamiento. Esa «amnistía» responde al compromiso del gobierno municipal de atajar el problema y estará vigente hasta el año 2022.

Las obras que se llevarán a cabo en los próximos dos años en las calles Santa Clara, A Veiga, Chantada, Juan Montes y Padre Feijoo consistirán en la sustitución de los actuales colectores de hormigón por nuevas tuberías de material plástico que impedirán la filtración de aguas limpias a la red de alcantarillado.