Aqualia achaca las últimas roturas a las prisas por reanudar el servicio

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CARLOS CORTÉS

La empresa se compromete a instalar aparatos que permiten prevenir las averías

05 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los tres reventones consecutivos en tramos próximos de la red de abastecimiento de agua motivaron la celebración de una reunión urgente entre el alcalde y un representante de la concesionaria de este servicio municipal. Tomé mantuvo ayer un encuentro con el responsable de Aqualia para las provincias de Lugo y A Coruña, en el que planteó la necesidad de que la empresa «mellore a súa resposta» frente a este tipo de averías. Aqualia se comprometió a realizar un estudio de la situación de la red, como paso previo a la instalación de aparatos que permitirán detectar a tiempo posibles fisuras.

El representante de la empresa expuso al alcalde los pormenores de un informe realizado tras la reparación de las últimas averías, que se produjeron en tres jornadas consecutivas. La principal conclusión es que las roturas que se registraron Lois Pereiro, primero, y Francisco Moure, al día siguiente, fueron consecuencia directa del reventón previo en la calle Sarria. «Cando se restablece o subministro, a auga entra con moita forza na rede. Se non se purgan ben as bolsas de aire, as tubaxes reséntense desa presión», explica Tomé.

Localizarlas a tiempo

La posibilidad de que se produzcan roturas es mayor en las tuberías de fibrocemento, material con el que está construida todavía buena parte de la red de abastecimiento. Aqualia cree que la avería de la calle Sarria se produjo como consecuencia de alguna fisura previa que se fue agrandando con el tiempo hasta provocar el reventón del pasado sábado. La instalación de medidores de caudal repartidos por toda la red ayudaría a localizar las fugas de agua antes de que tengan mayores consecuencias. «Se os aparatos detectan un consumo que non é normal nunha determinada zona, a causa pode estar nunha avaría na rede», detalla el alcalde.

En el caso de las tres últimas averías, todo apunta a que la presencia de bolsas de aire propició la rotura de las conducciones al reanudarse el suministro. Aqualia asume que pudo existir algún fallo, pero lo achaca a su voluntad de restablecer el servicio cuanto antes. «Posiblemente as conducións non se purgasen ben por abrir a auga antes de tempo. As presas a veces traen este tipo de complicacións», señala Tomé. El equipo de gobierno da por sentado que los reventones en las calles Sarria, Lois Pereiro y Francisco Moure, por la cercanía entre las tres zonas, se debieron a esa circunstancia.

Una reunión cada tres meses que será adelantada si surge alguna incidencia que lo haga preciso

Las reuniones entre el alcalde de Monforte y los representantes de Aqualia se celebraban hasta el momento fecha sin periodicidad fija. A partir de ahora habrá un encuentro al menos cada tres meses, que se adelantará en el caso de que surja alguna incidencia en el servicio que lo aconseje. Este fue uno de los acuerdos que se adoptaron en la entrevista que mantuvo ayer con el representantes de la empresa para la zona de Lugo y A Coruña. Fuera del nuevo calendario de contactos, la respuesta de la concesionaria a las averías de las últimas jornadas es la elaboración de un estudio sobre la situación de la red de suministro.

Ese informe servirá de base, según indica el alcalde, para la ubicación de los medidores de consumo que se comprometió a instalar Aqualia. «Hai que facer unha análise por sectores, porque nin o material nin a sección das tubaxes é a mesma en todas as zonas», señala. Tomé no entra a valorar, por otra parte, por qué hubo que esperar a estas averías para la colocación de los caudalímetros. «Nós levamos no Concello o tempo que levamos. O importante é que se vai facer», afirma.

El estudio y la instalación de los detectores de averías correrá por cuenta de la empresa. No está previsto, sin embargo, que Aqualia lleve a cabo otras inversiones en la red. En vísperas de la reunión, la portavoz del PP, Julia Rodríguez, hizo un llamamiento al alcalde para que exigiese a la concesionaria el cumplimiento de las obligaciones que figuran en el contrato, incluida la mejora de las conducciones allí donde resulte necesario.