Las heladas arruinan la cosecha en viñedos de Quiroga y Pantón

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

CEDIDA

Las pérdidas podrían alcanzar el 90% de la producción fuera de las zonas de ribera

28 abr 2017 . Actualizado a las 11:58 h.

Otro año difícil para los viticultores de la Ribeira Sacra. Los ataques generalizados de mildiu y la granizada que descargó poco antes de la vendimia en Doade ensombrecieron la pasada campaña. Esta pinta todavía peor en muchas zonas como consecuencia de las últimas heladas. El fuerte descenso de las temperaturas nocturnas durante la madrugada del miércoles al jueves se llevó por delante la mayor parte de la cosecha en algunos puntos de la denominación de origen. No hay una estimación fiable del alcance de los daños, aunque su gravedad salta a la vista en viñedos de Quiroga y Pantón.

Las viñas en bancales de las riberas más encajonadas resistieron mejor los efectos de las heladas que las situadas en llano o en laderas menos pronunciadas. Es el caso de la zona de Doade, donde los parcelas afectadas por la granizada del pasado verano quedaron a salvo este año de los daños por la caída de temperaturas.

Incluso entre bancales

Pero el desnivel del terreno tampoco sirvió de abrigo en todos los casos. El descenso térmico quemó los brotes de las vides en el entorno del mirador de Soutochao, en la ribera de Doade, donde ni los más viejos del lugar recuerdan algo así. En esa misma zona también se vieron afectadas las parcelas en bancales situadas a mayor altitud.

Los mayores daños se registraron sin embargo en el valle de Quiroga y en zonas de viñedo de Pantón. En las parroquias de este municipio que entraron más recientemente en Ribeira Sacra la helada arruinó la mayor parte de los racimos. Viticultores de lugares como Goián o Moreda daban ayer por perdida la cosecha. «A produción deste ano levouna toda e imos ver se as cepas novas saen adiante e non secan», señala un cosechero. Los estragos de las heladas se dejaron sentir además en las viñas de Siós y Espasantes, donde tienen sus parcelas algunas bodegas acogidas a la denominación de origen. «En Espasantes chegou a xear ata na zona da ribeira», señala el alcalde, José Luis Álvarez.

Expectativas frustradas

Los estragos causados por el descenso térmico nocturno se producen en una cosecha que presentaba buenas expectativas en producción. «As xeadas colleron todo o viño nacido. Aínda que as cepas poidan agromar de novo, non van dar nada», dice uno de los cosecheros afectados.

La corporación quiroguesa acuerda solicitar la declaración de zona catastrófica

Los estragos de la helada en las viñas repartidas por el valle de Quiroga se apreciaban ayer a simple vista desde la N-120. Con la salvedad de la zona de A Hermida, donde los daños fueron algo menores, las vides amanecieron el jueves arrasadas por completo en la mayor parte del municipio. La corporación local tenía programada ayer la celebración de un pleno y se apresuró a solicitar la declaración de zona catastrófica. El acuerdo fue adoptado por unanimidad ante la magnitud de las pérdidas, que algunas fuentes sitúan en un 90% de la cosecha.

El descenso térmico fue muy acusado en las zonas de valle, donde se registraron mínimas de entre tres y cuatro grados bajo cero que echaron a perder frutales y plantaciones hortícolas. Las heladas coincidieron además con un importante adelanto en el ciclo vegetativo de las vides como consecuencia de las altas temperaturas de las semanas anteriores.

Hace más de veinte años

Los cosecheros más veteranos recuerdan un episodio similar cuando se daban los primeros pasos para la puesta en marcha de la denominación de origen, hace más de veinte años. Las pérdidas que se produjeron entonces en la cosecha no fueron, en todo caso, tan elevadas como las que dejaron las últimas heladas en puntos de la Ribeira Sacra.

En la zona ourensana de A Abeleda, que junto con Pantón y Quiroga es la más afectada, las bajas temperaturas nocturnas afectaron a las vides incluso en laderas abrigadas como Cortezada o Peza do Rei.