Un porcentaje muy elevado de lugares sobreviven con solo dos vecinos
22 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los proyectos de cierta trascendencia para el sur de Lugo avanzan sistemáticamente con una lentitud exasperante. Da igual que se trate de las obras del puerto seco o de la candidatura a Patrimonio de la Humanidad, que sigue siendo una entelequia más de veinte años después de los primeros estudios en su favor. Por el contrario, el despoblamiento de las zonas rurales sigue adelante con velocidad de crucero. Según el último nomenclátor de poblaciones publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las comarcas de Terras de Lemos, Chantada y Quiroga, y el municipio de O Incio, suman 164 núcleos deshabitados.
En algunos casos se trata de aldeas completas, como Fuluxento, en el municipio de Quiroga, o Couso, en la montaña de A Pobra do Brollón. Otras veces son alguno de los lugares o barrios en los que se suelen dividir los núcleos rurales. La excepción a esta carácter fragmentario en la organización de las aldeas es Folgoso do Courel, de ahí que en las estadísticas del INE sea el municipio con menos poblaciones abandonadas. Son dos concretamente, Liñariños y Lousadela.
A medio plazo, sin embargo, las estadísticas de núcleos rurales deshabitados se incrementarán tanto en ese municipio como en el resto del sur lucense, donde abundan los lugares a los que las estadísticas oficiales asignan solo un par de vecinos. A Pobra, por ejemplo, tiene 21 lugares con no más de cinco.