Las aceras son inviables por el bloqueo de un plan parcial de hace veinte años
10 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las obras de asfaltado que se llevarán a cabo a la entrada del barrio de Cobas, entre las calles Ourense y Tomás Vázquez, beneficiarán también al desvío que conduce a la guardería municipal. Pero el nuevo firme no impedirá que los accesos al centro infantil continúen en situación precaria. El Ayuntamiento asegura que, desde el punto de vista urbanístico, tiene las manos atadas para poder acondicionarlos. Pos este motivo, ni en el tramo inicial de Cobas ni en el camino que conduce a la guardería será posible disponer de aceras.
«As beirarrúas suporían urbanizar a zona. Pouco ou moito, pero sería unha forma de urbanizala. Sen desenvolver un plan sectorial na súa totalidade, non se poden modificar esas rúas», dice el alcalde, José Tomé. El plan al que se refiere fue aprobado por la corporación en 1996, con el fin de dar salida a la calle Rof Codina. El entonces regidor, Nazario Pin, había decidido ubicar la guardería en los terrenos que ocupaba el antiguo matadero. Para dotar al centro infantil de un acceso en condiciones, preveía poder desarrollar urbanísticamente todo su entorno.
Bajo y tres plantas
La guardería municipal entró en funcionamiento en el último trimestre de 1999, pero el plan parcial de Rof Codina sigue sin ejecutarse a estas alturas. Diecisiete años después, al centro infantil se accede por un camino pavimentado de algo más de tres metros de anchura, abierto al tráfico y sin aceras. Un muro impide apartarse en caso necesario en un lateral. Del otro lado, un zarzal sirve de cierre a la finca colindante. Los viandantes tampoco tienen aceras para proseguir en dirección a la calle Fontecha, pese a que es lugar de paso hacia el Parque dos Condes y el colegio de los Escolapios.
La solución a la falta de desarrollo urbanístico no parece sencilla, porque los propietarios tendrían que financiar las obras. Como contrapartida, sus terrenos pasarían a ser edificables. En los dos polígonos existentes entre Rof Codina y el barrio de Cobas -a al altura de la antigua fábrica de curtidos- existen 16.000 metros cuadrados de suelo ahora sin valor urbanístico. El último intento de desbloquear esta situación se produjo con el anterior gobierno municipal. Severino Rodríguez pedía la cesión de suelo para ampliar las calles y construir una zona verde. A cambio, se autorizarían edificaciones de bajo y tres plantas.
Modificaciones urbanísticas para dar cobertura a tres proyectos fantasma
Los tropiezos de las sucesivas propuestas movieron a la Xunta de Galicia a cortar el grifo de las subvenciones al plan general de ordenación municipal. En ausencia de este documento, Monforte se rige por unas normas subsidiarias de planeamiento aprobadas en el año 1985. Desde entonces se han realizado varias modificaciones parciales, en más de una ocasión para proyectos que nunca llegaron a ejecutarse. Por ejemplo, se revisó el planeamiento para permitir la ubicación de Transfesa en la antigua planta de Butano, para la puesta en marcha del complejo geriátrico de la vieja chacinera y, más recientemente, para la construcción de un nuevo puente sobre el Cabe en Acea Nova.
Por lo que respecta al entorno de la guardería municipal, la fórmula elegida para su desarrollo urbanístico podría mantenerlo bloqueado indefinidamente. Sobre todo porque la situación del mercado inmobiliario no es la mejor para animar a los propietarios a invertir en el ordenamiento de la zona, por mucho que se les garantice que sus terrenos pasarán a tener la consideración de edificables.
Segunda bolsa de suelo
Cabe otra posibilidad, sin embrago, para integrar en la trama urbana el área de influencia de la guardería municipal. Pero pasa por cambiar las condiciones hasta ahora vigentes a través de la tramitación de un nuevo plan general. Entre Rof Codina y Cobas se encuentra la segunda mayor bolsa de suelo sin aprovechar, después de la que delimitan las calles Sarria, avenida de Galicia, Conde y Compañía.