Mario Docasar se va y amenaza la hegemonía de UGT

Carlos Cortés
Carlos cortés MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

roi fernández

El exsecretario general ugetista anuncia su alta en Comisiones Obreras «como militante de base»

13 oct 2016 . Actualizado a las 23:15 h.

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UGT suma más de la mitad de los delegados de personal en el sur de Lugo

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El segundo

CC.OO es segundo en esta zona, tras UGT y por delante de la CIG

El histórico dirigente de UGT-Lemos Mario Docasar se pasa a Comisiones Obreras. Y probablemente no se irá él solo. Su ruptura con la dirección gallega de UGT era conocida y el runrún sobre su posible marcha a otra organización se hacía cada vez más ruidoso, pero él todavía no había confirmado nada. Hasta ayer, que compareció en una rueda de prensa en el salón de actos del edificio sindical para anunciar que se ha dado de alta en Comisiones Obreras «como militante de base».

Docasar insiste en que no busca cargos, que eso ya lo tenía en UGT, donde ya no podía ser secretario comarcal pero le habían ofrecido un puesto en la federación estatal de minería. Se pasa a CC.OO, asegura, para arrimar el hombro, pero se ha marcado un objetivo doble y ambicioso para los próximos cuatro años. Cree que su nueva organización tiene que aspirar en el sur de Lugo a ser la fuerza con más delegados y a incrementar en un 50% su afiliación.

Como CC.OO tiene en las comarcas de Lemos, Chantada y Quiroga alrededor de quinientos afiliados, ese 50% suponen 250 altas. Docasar no esconde de dónde espera que vengan esas incorporaciones. «Estase dando moita xente de baixa en UGT», había dicho ya hace unos días. Ayer concretó un poco más y anunció que ya se han marchado en bloque veintitrés afiliados de una sola empresa y ocho delegados de personal de diferentes centros de trabajo. Ayer añadió que tratará de convencer a todos esos descontentos, y a los que vayan cayendo de aquí en adelante, para que se afilien a CC.OO.

En el futuro, ya se verá

Con estos planteamientos, parece evidente que Docasar va a jugar en su nuevo sindicato un papel más importante que el de cualquier afiliado de base. Insiste en que no busca cargos a corto plazo, pero el futuro quizás sea otra cosa. «No futuro -dijo ayer- estarei onde mo pidan os militantes de Comisións Obreiras».

Mario Docasar se va de UGT después de meses muy turbulentos en el seno de esta organización. El congreso gallego celebrado el 6 y el 7 de mayo votó a favor de la simplificación de su estructura territorial. Era la puntilla definitiva a un modelo basado en las comarcas que esta central había ido enterrando ya progresivamente en los últimos tiempos, empeñada en recortar gastos. El paso anterior había sido la integración en una única estructura de las antiguas uniones comarcales de Lemos y Valdeorras. En ese movimiento, de hace un par de años, Docasar había quedado relegado a vicesecretario, porque la secretaría general quedaba en manos de sus compañeros de Valdeorras. En aquel momento lo aceptó disciplinadamente y no se le oyó ninguna queja, al menos en público.

La gota que colmó el vaso

Pero lo del último congreso gallego fue demasiado para él. La antigua unión comarcal de Lemos quedaba integrada en la provincial con sede en Lugo. Docasar y los dirigentes locales de Valdeorras se quedaron solos en su defensa de una cierta descentralización comarcal de los servicios del sindicato. Ahí empezó, dijo ayer, una reflexión personal que ha acabado con su marcha: «Aceptei democraticamente o resultado do congreso, e democraticamente marcho da organización».

En todo caso, su viaje a CC.OO esconde también una cierta contradicción, porque este sindicato opera también con una estructura provincial. De hecho, carece de un secretario general comarcal como tal. Los responsables en Lugo de las federaciones correspondientes se desplazan a Monforte cada vez que tienen que hacerlo para atender a los afiliados de sus respectivos sectores. De todas formas, Docasar espera que en esta central sí le sea posible «defender os traballadores desde a cercanía». Algo que, a su juicio, ya no es posible en UGT.

«O meu primeiro carné estaba asinado por Marcelino Camacho, e aínda o conservo»

Mario Docasar era la cara visible de UGT en el sur de Lugo. Hiperactivo e incansable, llevaba cerca de veinte años como máximo responsable de esta central en la zona y su nombre era ya poco menos que una marca asociada a estas siglas. Pocos recordaban que en realidad, Docasar ya había sido militante de Comisiones Obreras. Él mismo contó ayer que lleva cuarenta años en el sindicalismo de clase porque en 1976 se afilió a CC.OO. «O primeiro carné estaba asinado por Marcelino Camacho, e aínda o conservo». Docasar dejó CC.OO por UGT en 1985, en el marco de un conflicto laboral en la empresa Magnesitas de Rubián, en la que trabajó hasta su reciente jubilación. Ayer no quiso entrar en detalles y lo resolvió diciendo simplemente que aquello fue «un pequeno problema dentro da empresa». Lo importante, subraya, es que él mantiene la ilusión de siempre y que hoy «hai máis razóns que nunca para defender os dereitos dos traballadores». Sobre todo para alquien como él, que se autodefine como «un sindicalista de raza».