Ribeira Sacra, un puzle de 41.000 viñas

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

ALBERTO LÓPEZ

Un censo de las parcelas acogidas a la denominación de origen revela que la superficie media es de 300 metros

20 oct 2016 . Actualizado a las 12:53 h.

No solo el accidentado paisaje de los cañones del Sil y el Miño delata la singularidad de su viticultura. También es capaz de asomar entre la frialdad de los números. Según un reciente estudio encargado por el consejo regulador, Ribeira Sacra tiene 41.000 viñas. Son solo las inscritas en la denominación de origen, porque una parte importante de la superficie de viñedo en este territorio sigue destinada al autoconsumo. Si se tiene en cuenta que son 1.258 las hectáreas acogidas a la denominación, el tamaño medio de la explotación ronda los 300 metros cuadrados.

«El minifundismo vitivinícola de Galicia permitirá a esta tierra elaborar los mejores vinos de España», opina Paco Berciano, copropietario de la distribuidora Alma Vinos Únicos. Fue su mensaje a los alumnos del Instituto Galego do Viño, donde reciben formación futuros profesionales de la sumillería, en la lección inaugural del pasado curso.

Berciano defiende desde mucho antes el lado positivo de la fragmentación de la propiedad en la Ribeira Sacra. Gracias a ella, prosigue, «no se ha visto condicionada por la presencia de cooperativas o de grandes bodegas como en otras zonas de España».

El presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez, comparte en lo fundamental esa última observación. «Non temos a capacidade de crecemento que poidan ter outros. O terreo é o que é. Serve de freo para as inversións especulativas, pero tamén supón un atranco á hora de dicir ‘imos medrar de forma importante’», apunta. Esa singualridad compensaría, por otra parte, los elevados costes de producción que motivan la parcelación y las dificultades orográficas.

Terreno apetecible

Ese crecimiento limitado tendrá como principal motor, a su juicio, proyectos de elaboradores que busquen singularidad. «Ribeira Sacra -añade- é un terreo apetecible para aqueles enólogos que queren facer cousas diferentes. Temos todo tipo de orientacións, solos e terreos».

¿Ayudaría una zonificación, algún tipo de mapa e calidades en función de las características de cada viña? En el año 2010 se inició una investigación, financiada por la Xunta de Galicia, en la que colaboraban el departamento de edafología y química agraria de la Facultade de Ciencias de Ourense y la Misión Biológica de Galicia. El objetivo era definir las áreas de Ribeira Sacra que, por tipo de suelo horas de sol y demás factores microclimáticos, podían dar los mejores vinos.

«Hay zonas que dan una gran personalidad a los vinos que allí se producen. Otros no tienen una impronta tan acusada. Lo atractivo de esas zonas es que no se pueden copiar, no se pueden llevar a otros lugares», señalaba entonces el coordinador del proyecto, el profesor José Manuel García Queijeiro.

«Nadie querrá que sus viñas queden en la zona de vinos menos buena pero en otras zonas de Europa saben que una buena delimitación es un valor añadido. No solo se gana dinero con los vinos excelentes. Se gana también con unos vinos de buena relación precio-calidad», precisaba entonces.

Suelos y perfiles

El objetivo de aquel estudio era valorar cómo podría traducirse la variabilidad de suelos, orientaciones y altitudes de la Ribeira Sacra en los compuestos que definen las características aromáticas y gustativas de los vinos. De la investigación trascendieron algunas conclusiones en una tesis de doctoral de la bióloga Iria Rodríguez Vega, una de las participantes en el proyecto. Su estudio, centrado en la variedad mencía, aprecia cambios sustanciales en los vinos derivados de la subzona y las particularidades de la viña de procedencia. Lo que los franceses llaman terroir y que aquí se traduce como terruño.

La zonificación puede aportar a los viticultores indicaciones muy precisas sobre el tipo de variedades o el estilo de vinos que pueden producir en una determinada parcela. Una buena zona de tintos no tiene por qué serlo de blancos. Tampoco todos los viñedos valen para la elaboración de vinos aptos para un largo recorrido en botella. Hasta la fecha, sin embargo, se dieron nuevos pasos en esa dirección.

El estudio servirá para corregir errores en mediciones

El parcelario cuya elaboración ha sido encargada por el consejo regulador de Ribeira Sacra tiene como objetivo primordial detectar errores en los datos relativos a las parcelas. «Non é o mesmo ter os datos simplemente que dispor dun mapa dixitalizado onde poder visualizar a situación real de cada parcela», señala el presidente del consejo regulador, José Manuel Rodríguez. La elaboración del trabajo, ahora muy avanzado, concluirá a finales de este año, de acuerdo con sus cálculos. La revisión adquiere especial importancia en el contexto de las directrices más recientes de la Unión Europea, que limitan las nuevas plantaciones a un 1% de la superficie registrada.

Por el momento, el nuevo parcelario solo servirá para corregir posibles errores que puedan afectar negativamente al potencial vitícola de la zona. Pero el consejo regulador entiende que puede ser un primer paso con vistas a disponer de una información más detallada de las características de cada viñedo. Su mayor o menor inclinación, las horas de sol que recibe... «Hoxe hai programas que permiten facer iso e sería unha información de moita utilidade para adegueiros e viticultores», dice José Manuel Rodríguez.

Trabajo de otros

Para nada se está hablando de nuevas zonificaciones o clasificaciones de viñedo por nivel de calidad. El presidente de la denominación de origen, en la que se valoró en su día algún tipo de etiqueta especial para determinados viñedos, se encarga de dejarlo claro. «O concello non pode facer un traballo que non lle corresponde. Non pode certificar se un viño é mellor que outro. Esa é unha responsabilidade do elaborador», opina.

El escenario ideal para la mencía

Más de 400 metros de altitud; orientación sur, sureste o nordeste; temperatura media de 17,5 a 19,5 grados; y precipitaciones de entre 250 y 300 mililitros al año. Serían, a grandes rasgos, las características del viñedo idóneo para la elaboración de tintos de mencía con potencial para envejecimiento en barrica. Así lo apunta un estudio de la bióloga Iria Rodríguez Vega en parcelas de las cinco subzonas de Ribeira Sacra. foto Roi fernández